En tus ojos negros
hay lágrimas puras,
de esas que profesan
tu buenaventura.
La niña de fuego te llama la gente,
y te están dejando que mueras de sed.
¡Ay niña de fuego, ay niña de fuego!
Dentro de mi alma yo tengo una fuente
para que tu culpa se incline a beber.
¡Ay niña de fuego, ay niña de fuego!
Mujer, que siente y padece
te ofrezco la salvación,
te ofrezco la salvación
y el cariño ciego
de una mujer buena que te
compadece, dentro de mi alma
yo tengo una fuente para que tu culpa
se incline a beber.
¡Ay niña de fuego, ay niña de fuego!
En tus ojos negros hay lágrimas puras,
como una promesa de buenaventura.
La niña de fuego te llama la gente,
y te están dejando que mueras de sed.