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Hotel Cazane

17 Hippies

Hotel Cazane

In der Lobby stand Alice,
um sie 'rum ein paar Cousins,
schwül vergingen hier die Stunden.
Bier gab's ungekühlt in Gläsern,
Cola abgestanden warm,
doch Alice war ganz glücklich,
wenn des Nachts noch jemand kam.

Festen Halt gab jeder Schlüssel -
Zimmer 11 bis 108.
Dass dazwischen ein paar fehlten,
darauf gab sie nicht mehr acht.
Und ganz leise denkt Alice
an ihr letztes Rendezvous,
wo sie tanzen gehen durfte
zu Chez Jacques ins Old Bayou.

Auf den alten Bretterdielen tanzt sie,
wilder gehts nicht mehr
und der hübsche Petit Jean
zieht sie stürmisch zu sich her.
Zieht sie rüber an das Ufer,
zieht sie hin wo niemand ist,
legt sie seicht und sanft dort nieder,
wo er sie dann innig küsst.

Frösche schreien durch die Sümpfe,
warmer Wind wirft Weite her
und Alice auf der Veranda ist so schön …

Nach der dunklen Nacht am Ufer
fand Alice kein' Schlüssel mehr -
die Cousins in ihrer Lobby
machten ihr das Leben schwer.
Sagten immer wieder:
so wird Bier nicht wirklich kalt
und auch Cola bleibt so warm
und die Liebe macht dich alt.

Frösche schreien durch die Sümpfe,
warmer Wind wirft Weite her
und Alice auf der Veranda ist so schön …
wie lang nicht mehr.

Hotel Cazane

En el vestíbulo estaba Alice,
rodeada de unos primos,
las horas pasaban sofocantes aquí.
La cerveza estaba sin enfriar en vasos,
la cola estaba tibia y estancada,
pero Alice estaba muy feliz,
cuando alguien llegaba por la noche.

Cada llave proporcionaba un apoyo sólido -
habitaciones del 11 al 108.
Que faltaban algunas entre medio,
ella ya no prestaba atención.
Y en silencio Alice piensa
en su último encuentro,
donde pudo ir a bailar
al Chez Jacques en el Old Bayou.

En los viejos tablones de madera ella baila,
no puede ser más salvaje,
y el guapo Petit Jean
la arrastra hacia él con ímpetu.
La lleva hacia la orilla,
hacia donde no hay nadie,
la coloca suave y gentilmente allí,
donde la besa apasionadamente.

Las ranas gritan en los pantanos,
el viento cálido trae amplitud
y Alice en el porche es tan hermosa...

Después de la oscura noche en la orilla,
Alice no encontró ninguna llave más -
los primos en su vestíbulo
le complicaron la vida.
Siempre decían:
la cerveza no se enfría de verdad así
y la cola también se queda tibia
y el amor te envejece.

Las ranas gritan en los pantanos,
el viento cálido trae amplitud
y Alice en el porche es tan hermosa...
como hace mucho tiempo.

Escrita por: Max Manila