Estaba llorando penas, esas penas que tenía; tristezas que me acompañan, tristezas que ya traía; tristezas que van conmigo desde que yo fui pequeño; lo bueno eran de algún otro, lo bueno tenía otro dueño.

Y en medio de la corriente,
la corriente de aquél río,
ahogaba mi sufrimiento mi corazón mal herido.

De pronto tocó mi mano
una flor muy delicada que me devolvía la vida mientras me mecía en el agua.

Muy lastimado yo quedé muy lastimado por amores que han pasado provocando mi sufrir.

Y ahora mi pena la corriente se la lleva, que se vaya, que no vuelva, yo ya quiero ser felíz.

Composição: Manuel Monterrosas