Se me acabó la fuerza de mi mano izquierda
voy a dejarte el mundo a ti solita
como el caballo blanco te solté la rienda
a ti también te suelto y te me vas ahorita.
Y cuando al fin comprendas que el amor bonito
lo tenías conmigo,
vas a extrañar mis besos
en los propios brazos, del que esté contigo.
Vas a sentir que lloras
sin poder siquiera derramar tu llanto
y has de querer mirarte en mis ojos tristes
que quisiste tanto, que quisiste tanto.
Cuando se quiere a fuerza rebasar la meta
y se abandona todo lo que se ha tenido
como tú traes el alma con la rienda suelta
ya crees que el mundo es tuyo
y hasta me das tu olvido.
Y cuando al fin comprendas...

Composição: