Escribir una cancion no es ir deprisa,
como quieren ir deprisa los que asumen
que es un acto fisologico y mundano,
como hacer la digestion y crear desechos.

Escribir una cancion es crear tormentas,
en el corazon del que la pague con dolores.
Es un acto irreverte y solitario,
como lo es la confesion de un condenado.

Es ir al cielo y abrir la puerta,
meterse en el cuarto de un dios noctambulo
y esperar que este dormido
para robarle algun verso suyo,
salir despacio sin dejar huellas
y conspirar contra el gran peligro
y que se enteren que un dios bohemio,
es el autor de lo que comparto.

Si escribi por escribir algunas veces,
para aumentar el inventario en la despensa.
Si un encargo me obligo al sacrilegio,
de sentirme un arquitecto de emociones.

Si escribir una cancion no es ejercicio,
que mejora con la practica y el tiempo.
Es pegarle un bofeton a la rutina
y rasgarle la piel a lo imposible.

Es ir al cielo y abrir la puerta,
meterse en el cuarto de un dios noctambulo
y esperar que este dormido
para robarle algun verso suyo
salir despacio sin dejar huellas
y conspirar contra el gran peligro,
y que se enteren que un dios bohemio,
es el autor de lo que comparto.

Que quede claro q las canciones,
se las robamos a un dios dormido.

Composição: Ricardo Arjona