Negoben
Estou sobrevoando a zona elegante da cidade
o cheiro é de gasolina e cloro
camionetes importadas, piscinas bem transadas
o som que ouço é eletrônico
seguindo o curso da avenida escuto rock de garagem
quem passa ouve a bateria acústica
agora sobrevôo o morro o samba ecoa inconteste
o som é da lata, do couro, da voz que canta
Estou sobrevoando o continente africano
sem precisar passar pelo oceano
tem preto na favela tem, tem branco, tem cor de canela
e antena parabólica na testa
no alto do edifício tem, porém direcionada além
na cobertura on line com Manhattan
Mais alto, malandro
um suingue de Benjor a hermenêutica lunar
Mais alto, malandro
o velho som em roupas astronáuticas
Estou voando ao lado de um anjo de asas pretas
que leva à mão direita uma espada flamejante
na mão esquerda a tábua rasa dos inadimplentes
mas não de grana e sim de sonhos quentes
Estou sobrevoando o rio que ama a cidade
e lhe alimenta de água, peixe e lama
tenho os tornozelos sujos do barro
que não tem idade
E o canto das sereias guiam barcos e destinos
sobem forte aos meus ouvidos
Negoben
Estoy sobrevolando la zona elegante de la ciudad
el olor es a gasolina y cloro
camionetas importadas, piscinas bien cuidadas
el sonido que escucho es electrónico
siguiendo el curso de la avenida escucho rock de garaje
quien pasa escucha la batería acústica
ahora sobrevuelo el cerro, el samba resuena indiscutible
el sonido es de la lata, del cuero, de la voz que canta
Estoy sobrevolando el continente africano
sin necesidad de cruzar el océano
eh, hay negros en la favela, hay, hay blancos, hay color canela
e antena parabólica en la frente
en lo alto del edificio hay, pero apuntando más allá
en la cobertura en línea con Manhattan
Más alto, pícaro
un ritmo de Benjor a la hermenéutica lunar
Más alto, pícaro
el viejo sonido en trajes astronáuticos
Estoy volando al lado de un ángel de alas negras
que lleva en la mano derecha una espada llameante
en la mano izquierda la tabla en blanco de los morosos
pero no de dinero, sino de sueños ardientes
Estoy sobrevolando el río que ama a la ciudad
y la alimenta de agua, peces y lodo
tengo los tobillos sucios de barro
que no tiene edad
Y el canto de las sirenas guían barcos y destinos
suben fuerte a mis oídos