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Kalaniot

Chava Alberstein

Kalaniot

Ha'erev ba,
shki'ah bahar yokedet
ani cholemet vero'ot einai:
hagayah na'arah k'tanah yoredet
uve'esh kalaniot lohet hagai.

Et haprachim litz'ror hi telaket lah
uvash'vilim hamitkasim batal
el Ima hi nech'pezet vekoret lah:
habiti mah heveti lach basal!

Kalaniot, kalaniot
kalaniot adam'damot adamoniot
Kalaniot, kalaniot
kalaniot metulalot cheinaniot.

Shki'ot bahar tiv'arnah vetid'achnah
aval kalaniot tamid tif'rachnah.
Sufot larov tehom'nah vetis'arnah
ach kalaniot tamid tiv'arnah.

Kalaniot...

Shanim ovrot, shuv hashki'ah yokedet.
Hana'arah gadlah, y'fatah bli dai.
Hi el hagai im bechir libah yoredet
veshuv kalaniot por'chot bagai.

Moshit eleiha bachir-libah yadaim
ve'hi tzocheket ut'lulah mital
elav locheshet bein haneshikotaim:
Hebet na mah asafti po basal!

Shvu'ot ha'ahavah hoi tish'kachnah,
aval tamid kalaniot tif'rachnah.
Ki hashvu'ot kalot k'mo ashan hen,
ach hakalaniot tamid otan hen.

Shanim avru, shki'ah bahar yokedet.
Hana'arah kvar savta, yedidai.
Hineh kvar nichdatah lagan yoredet
veshuv kalaniot porchot bagai.

Uch'shekoret hana'arah eleiha:
"habiti savta mah heveti lach,"
mitz'chok vedim'a zoharot eineiha
ve'hi zocheret shir mizmor nish'kach...

Ken, hadorot ba'im cholfim bli gemer
ach lechol dor yesh kalanit bezemer.
Ashrei ha'ish im bein sufot vara'am
parchah hakalanit lo, lu rak pa'am.

Kalaniot

El atardecer llega,
la puesta de sol en la montaña danza
sueño y veo mis ojos:
la niña del valle desciende
y en el fuego las amapolas encienden la pasión.

Las flores la rodean mientras se balancea
y los arroyos que murmuran se callan
su madre la busca y la llama:
¡mira lo que te traje, un beso!

Amapolas, amapolas
amapolas rojas como rubíes
Amapolas, amapolas
amapolas envueltas en gracia.

Las sombras en la montaña se desvanecen y se despiden
pero las amapolas siempre florecen.
Las tormentas en el fondo se esconden y se alejan
pero las amapolas siempre florecen.

Amapolas...

Los años pasan, la puesta de sol vuelve.
La niña crece, su belleza no tiene fin.
Ella en la pasión con un corazón elegido desciende
y de nuevo las amapolas se abren en el valle.

Ella se ríe con las manos en el corazón
y ella ríe y se balancea en la cama
no puede decidir entre los besos:
¡mira lo que reuní aquí, un beso!

Los juramentos de amor se olvidan,
pero siempre las amapolas florecen.
Porque los juramentos son livianos como humo,
pero las amapolas siempre las mantienen.

Los años han pasado, la puesta de sol vuelve.
La niña ya es abuela, mis amigos.
Ya se ha retirado al jardín
y de nuevo las amapolas se abren en el valle.

Y la niña susurra:
'mira abuela, ¿qué te traje?'
con risas y lágrimas doradas en sus ojos
y ella recuerda una canción olvidada...

Sí, las generaciones vienen y van sin fin
pero en cada generación hay una amapola con su canción.
Dichoso el hombre con un corazón valiente
la amapola se despliega, si tan solo una vez.

Escrita por: Moshe Wilensky