Bendito Em Seus Olhos, Maldito Em Sua Boca
Quando viaja a voz, que sem a boca continua, sabe calar a palavra quando já não encontra. O momento que a necessita, nem o lugar que a quer? E a boca sabe morrer? Tornei-me mudo porque você nada me fala. As palavras que deixamos escapar, onde estarão? Meu (e seu) silêncio acabará me convencendo... Se respirar, vai se contaminar. Se pensar, vai ter angústia. Se duvidar, vai ter loucura. Se sentir, vai ter solidão. Se perguntar, vai ter medo. E quando pensava ter todas as respostas, mudaram as perguntas. O medo do silêncio atordoa as ruas. E as vozes sem boca me obrigam a escutar o que dizem em meu nome. E o medo continua sendo nosso pior conselheiro. Tornei-me cego, você não me olha. Tornei-me esquecido porque você não me recorda. Não lembra mais! Rumo ao porto, ou ao naufrágio, que nos espera esta noite. Não lembra mais! Apenas em quanto pode ser desbotado o vermelho de nosso sangue. E quanto rouco e silencioso pode ser o nosso grito?
Bendito En Tus Ojos, Maldito En Tu Boca
Cuando la voz viaja, que sin la boca continúa, sabe cómo cerrar la palabra cuando ya no la encuentra. ¿En el momento en que lo necesitas, o en el lugar en el que lo quieres? ¿La boca sabe morir? Me he vuelto mudo porque no me hablas. Las palabras que dejamos escapar, ¿dónde están? Mi (y tu) silencio eventualmente me convencerá... Si respiras, te contaminarás. Si lo piensas, tendrás angustia. Si lo dudas, estarás loco. Si lo sientes, tendrás soledad. Si preguntas, tendrás miedo. Y justo cuando pensé que tenía todas las respuestas, cambiaron las preguntas. El miedo al silencio aturde las calles. Y las voces sin boca me obligan a escuchar lo que dicen en mi nombre. Y el miedo sigue siendo nuestro peor consejero. Me he quedado ciego, tú no me miras. Me olvidé porque no me recuerdas. ¡Ya no te acuerdas! Hacia el puerto, o el naufragio, que nos espera esta noche. ¡Ya no te acuerdas! Solo en cuánto se puede desvanecido el rojo de nuestra sangre. ¿Y cuán ronco y silencioso puede ser nuestro grito?