Psalms Of The Moribund
Illusions Of Superiority Brutally Crushed by Those Who Created Those Miserable Rejecting The Purity That Was Given To Them.
Substituted By Asphalt The Creation of Babylon Man's Impurity Infesting This World Asphyxiation Of Their Own Host Unjustified Arrogance Leading To The End Of Her Sufferance.
Purifying Storms Of The Innocent Flushed Down to Build New Life A Worthy Existence On This Earth Upon The Foundation Of Their Mangled Bodies.
Children Separated From Their Mothers Screaming Human Torsos All Will Collapse Into Disease.
Enigmas Never To Be Solved For No-one Of Flesh Will Ever Be Judging Religion Dies Along With its Sordid Originators.
Man Made Waste Will be Left To Rot Disfiguring Ruins Soon Will Crumble Mother Earth Takes What Is Hers Trees Tear Open The Concrete.
Dawn Of Lividity Daylight Uncovers Their Weakness Starving Survivors Gorging On The Flesh of The Deceased.
Consume The Plague Filled Meat They Will Soon Mourn Their Own Demise.
No-one Left To Hear Psalms Of The Moribund.
Salmos de los Moribundos
Ilusiones de superioridad brutalmente aplastadas por aquellos que las crearon, rechazando la pureza que les fue dada.
Sustituidos por asfalto, la creación de Babilonia, la impureza del hombre infestando este mundo, asfixiando a su propio anfitrión, arrogancia injustificada que lleva al fin de su sufrimiento.
Tormentas purificadoras de los inocentes arrastradas para construir una nueva vida, una existencia digna en esta tierra sobre la base de sus cuerpos mutilados.
Niños separados de sus madres gritando torsos humanos, todo colapsará en enfermedad.
Enigmas nunca resueltos, ya que nadie de carne juzgará jamás, la religión muere junto con sus sórdidos creadores.
Desperdicios hechos por el hombre quedarán para pudrirse, ruinas desfigurantes pronto se derrumbarán, la Madre Tierra toma lo que es suyo, los árboles rompen el concreto.
Amanecer de la lividez, la luz del día descubre su debilidad, sobrevivientes hambrientos devorando la carne de los fallecidos.
Consumen la carne llena de plagas, pronto lamentarán su propia muerte.
Nadie queda para escuchar los salmos de los moribundos.