Doch Sie Wartet Vergebens...
Ein bleiches Mädchen
Sammelt die letzten dornigen Rosen in einem düsteren schwarzen Tal
Wo die Seelen finstrer Gesellen
Durch klebrige Nebel tauchen
Und nach Erlösung schreien
Doch sie wartet vergebens
Zeit rinnt wie ihr dunkles Blut
Langsam und träge aber unaufhaltsam
Doch sie wartet vergebens
Und ihr hoffnungsloses Geschrei verstummt
Stille durchdringt die Seelen
Aufgerissen duch die Dornen
Tropft ihr Blut auf ausgedorrte Erde
Wie das Wachs einer sterbenden Kerze
Die auf den Luftstrom wartet
Der sie auslöscht
Doch sie wartet vergebens
Zeit rinnt wie ihr dunkles Blut
Langsam und träge aber unaufhaltsam
Doch sie wartet vergebens
Und ihr hoffnungsloses Geschrei verstummt
Still edurchdringt die Seelen
Der letzte Lichtstrahl erlischt
Um nie wieder aufzugehen
Kälte und finstre Dunkelheit
Erfüllen langsam das Tal
Doch sie wartet vergebens
Zeit rinnt wie ihr dunkles Blut
Langsam und träge aber unaufhaltsam
Doch sie wartet vergebens
Und ihr hoffnungsloses Geschrei verstummt
Stille durchdringt die Seelen
Pero ella espera en vano
Una chica pálida
Recoge las últimas rosas espinosas en un valle negro oscuro
Donde las almas de los jornaleros oscuros
Bucear a través de niebla pegajosa
Y llora por la salvación
Pero ella espera en vano
El tiempo corre como su sangre oscura
Lentamente y lento pero imparable
Pero ella espera en vano
Y su llanto sin esperanza es silencioso
El silencio penetra en las almas
Arrancado por espinas
Deja caer su sangre en tierra seca
Como la cera de una vela moribunda
Esperando el flujo de aire
El que los borra
Pero ella espera en vano
El tiempo corre como su sangre oscura
Lentamente y lento pero imparable
Pero ella espera en vano
Y su llanto sin esperanza es silencioso
Silenciosamente penetra las almas
El último rayo de luz se apaga
Para no volver a levantarse nunca más
Oscuridad fría y oscura
Lentamente conocer el valle
Pero ella espera en vano
El tiempo corre como su sangre oscura
Lentamente y lento pero imparable
Pero ella espera en vano
Y su llanto sin esperanza es silencioso
El silencio penetra en las almas