Hace un tiempo, la soledad
era mi única compañera.
Y me engañaba así
creyendo que estaba bien...
Yo sólo esperaba a
alguien como vos
que me hacés cambiar el rumbo
mil veces en un segundo
con los latidos de tu corazón.

Y te buscaba sin buscar.
Mas reaccionaba a cada señal
que viniera de
alguien como vos
que me hacés cambiar el rumbo
mil veces en un segundo
con los latidos de tu corazón.

Y ahora sólo se,
si es que algo se,
y es que no existo sin
alguien como vos
que me hacés cambiar el rumbo
mil veces en un segundo
con los latidos de tu corazón.

Composição: M. Cantero