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Rosinante

Fredl Fesl

Rosinante

Was dachte sich wohl Rosinante,
Jenes Pferd das wohlbekannte.

Das in Sommern und in Wintern,
Unter Don Quixottes Hintern,
Über spanisches Gelände rannte.
Was dachte sich da wohl Rosinante?

Ob sie wohl einmal erkannte,
Das jener Kerl unter dem sie rannte,
Ein hoffnungsloser Trottel war,
Nehmen wir mal an es war ihn klar.

Dann wirft sich uns die Frage auf,
Warum Rosa in vollem Lauf,
Jenen berühmten spanischen Windmühlen entgegenschoss,
Als solche erkannt von dem klugen Ross.

Während der Reiter völlig übergeschnappt,
Mit wehrhafter Lanze das Visier zugeklappt,
Rosinantes Schritte lenkt und den bösen Feind zu killen denkt.

Entfremdet jeder geistigen Autonomie,
Tut jenes seltsame Pferdevieh,
Wider besseres erkennen,
Eine spanische Windmühle berennen.

Ein Stolpern ein Hopsern würde genügen,
Don Quixotte würde im Drecke liegen,
Das sie solches nicht tat war logisch,
Den jener, Rosinantes Opa,
War ein deutscher Trakehner.

Rosinante

¿Qué pensaba Rosinante,
Ese caballo tan conocido?

Que en veranos y en inviernos,
Bajo el trasero de Don Quijote,
Corría por tierras españolas.
¿Qué pensaba Rosinante?

Quizás alguna vez se dio cuenta,
Que el tipo bajo el cual corría,
Era un tonto sin esperanza,
Supongamos que lo sabía.

Entonces surge la pregunta,
¿Por qué Rosa a toda velocidad,
Se lanzó hacia esos famosos molinos de viento españoles,
Reconocidos como tales por el inteligente caballo?

Mientras el jinete completamente desquiciado,
Con la lanza en ristre y el visor cerrado,
Dirige los pasos de Rosinante y piensa en matar al malvado enemigo.

Privado de toda autonomía mental,
Esa extraña bestia equina,
Contra todo buen juicio,
Embiste un molino de viento español.

Un tropiezo, un salto serían suficientes,
Don Quijote yacería en el suelo,
Que no lo hizo fue lógico,
Pues el abuelo de Rosinante,
Era un Trakehner alemán.

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