A Quadrennial Dame Pyres, Hearses Shall No Yawn, Thence...
They remembered...
3 butchers condemned to be an ancestral tale, 3 butchers marred, fuddled and sottish, voyaged the wrath....
3 butchers, intonated for their treachery with carious laughs and requital...
3 butchers, homed sarcastically through the slumbered veil, did I daunt your grandeur? your fathomless fabled kingdom? How pathetic you are.
A bosom’s reflection when she bowed, her tips never sung a solicitude..
Her emerald's none trespassed well; don’t you yearn for a wanton play?
The drapery won’t ascend till your Angels attend; a plebeian anarchic quartet feeds my aristocrat’s suavity!
A limped butcher furtively wandered, reluctantly, sat and dangled, touching his own old grey wrinkles, are this the paths where all children rot to corpses? Enkindle the lamps of centuries....
I know we are reciprocating...
A mouth less howls, yet begot a climaxed spew to his ruptured entrails...
Obey me, frivolous flesh !
How bleak are the gasping trees, half dyed rumpled wisp, she gazed drowsily and squirmy, burnt lubricated scalps purging their masqueraded blasphemous ignominy...
Marching in-between...
Into the abyss, the manacle acquiescent fountain, I’m lifeless!!!
Your thirstiness won’t be quenched!! Though you can hear my purl...
How pathetic you are!! Platonic whore...!!
While he’s frisking desperately, the ankles flesh cheer despondently, elects the axes! I will commemorate wretchedness with thy sea’s altar, disembowel me viciously and stake his given ephemeral squalid carnal!!
Rive it!! You blooded regrettable stigma...
How miserable you are Unwell Aged Ocean... Amidst his weariful shores, you wept for thee, don’t forsake me waves?
Once, we were 3 moons...
Once, we were 3 butchers...
Pirañas Cuatrienales, Las Carrozas No Bostezarán, Desde Entonces...
Recordaron...
3 carniceros condenados a ser un cuento ancestral, 3 carniceros manchados, confundidos y borrachos, navegaron la ira...
3 carniceros, entonados por su traición con risas cariadas y represalias...
3 carniceros, sarcásticamente alojados a través del velo adormecido, ¿atemorice tu grandeza? ¿tu reino fabuloso e insondable? ¡Qué patético eres!
La reflexión de un seno cuando se inclinó, sus puntas nunca cantaron una solicitud... Sus esmeraldas no fueron transgredidas; ¿no anhelas un juego lascivo?
La cortina no se elevará hasta que tus Ángeles asistan; ¡un cuarteto anárquico plebeyo alimenta la suavidad de mi aristócrata!
Un carnicero cojeando vagó furtivamente, a regañadientes, se sentó y se balanceó, tocando sus propias arrugas grises, ¿son estos los caminos donde todos los niños se pudren hasta cadáveres? ¡Enciende las lámparas de los siglos...
Sé que estamos reciprocando...
Un aullido menos en la boca, sin embargo, engendró un vómito culminante en sus entrañas rotas... ¡Óyeme, carne frívola!
¡Qué sombríos son los árboles jadeantes, medio teñidos de jirones arrugados, ella miraba adormilada y retorciéndose, quemando cueros cabelludos lubricados purgando su ignominia blasfema disfrazada...
Marchando entre...
¡En el abismo, la fuente manantial maniatada, estoy sin vida! ¡Tu sed no será saciada! Aunque puedas escuchar mi murmullo... ¡Qué patético eres! ¡Ramera platónica...!
Mientras él está retozando desesperadamente, los tobillos de carne animan desconsoladamente, elige los hachas! Conmemoraré la miseria con el altar de tu mar, ¡desentrañame cruelmente y clava su efímera sordidez carnal dada!
¡Rómpelo! ¡Tú estigma sangriento y lamentable...
Qué miserable eres, Océano Enfermo y Envejecido... En medio de sus costas fatigosas, lloraste por ti, ¿no me abandones olas?
Una vez, éramos 3 lunas...
Una vez, éramos 3 carniceros...