Winter
Hey kid, I've been watching you.
Sleeping in the lilies with that old dull-bladed knife.
Still in those bulletproof pajamas you've worn all your life.
But tonight you're in some murky bar,
The music's too loud, and you don't feel like dancing.
Not a familiar face in the room,
Just that little voice in the back of your head,
That's always been there, but tonight it says:
The days are getting shorter, the air is getting colder,
And as you sip your rum and coke, kid,
You're just getting older.
You realize you're sweating, and the air around you stinks,
You stumble to the bathroom,
Throw your head beneath the sink.
And as you raise your eyes, your lips release a little groan,
'Cause the face that's grinning back at you,
Just isn't quite your own.
So you go back to your lily petals,
Pull those old pajamas tight,
But you can't shake this feeling
That your life is just a game of chess
Where ancient gods and devils fight.
People stagger by you,
Thick blood running down their faces,
While little jet-black serpents
Try to mate with your shoelaces.
An old blind dog's been at your heels,
With the overpowering stench of decay.
And an old friend sends a package.
The skull inside it seems to say:
I'm the face in every mirror, the shadow at your feet,
The little light that glows behind
Each pair of eyes that you meet.
You can hide inside your castle,
Spend years thinking you're free,
But I'm like ancient Rome, baby, all roads lead to me.
Okay kid, let me tell you a little story. See, I don't get into town too often these days, but sometime soon old Jack Frost's gonna blow back into the heart of the big city.
And I'll scream until the buildings melt,
Then whisper 'til they freeze.
And I'll stand on an icy tower with every eye fixed on me.
And everyone will follow,
As I raise my left hand to the sky,
And together we'll peel back the fabric
Of this world and stare into the void that lies behind.
Invierno
Hey chico, te he estado observando.
Durmiendo entre los lirios con ese viejo cuchillo sin filo.
Aún con esas pijamas a prueba de balas que has usado toda tu vida.
Pero esta noche estás en un bar sombrío,
La música está demasiado alta y no te sientes con ánimos de bailar.
No hay caras conocidas en la habitación,
Solo esa vocecita en tu cabeza,
Que siempre ha estado allí, pero esta noche dice:
Los días se acortan, el aire se enfría,
Y mientras tomas tu ron con coca, chico,
Simplemente te haces más viejo.
Te das cuenta de que estás sudando y el aire a tu alrededor apesta,
Tropiezas hacia el baño,
Pones tu cabeza debajo del lavamanos.
Y al levantar la vista, tus labios sueltan un pequeño gemido,
Porque la cara que te sonríe de vuelta,
Simplemente no es del todo tuya.
Así que vuelves a tus pétalos de lirio,
Te pones esas viejas pijamas ajustadas,
Pero no puedes sacudir esta sensación
De que tu vida es solo un juego de ajedrez
Donde antiguos dioses y demonios luchan.
La gente pasa tambaleándose a tu lado,
Con sangre espesa corriéndoles por la cara,
Mientras pequeñas serpientes negras
Intentan aparearse con tus cordones.
Un viejo perro ciego ha estado a tus talones,
Con el abrumador hedor a descomposición.
Y un viejo amigo envía un paquete.
El cráneo dentro parece decir:
Soy la cara en cada espejo, la sombra a tus pies,
La pequeña luz que brilla detrás
De cada par de ojos que encuentras.
Puedes esconderte dentro de tu castillo,
Pasarte años pensando que eres libre,
Pero soy como la antigua Roma, nene, todos los caminos conducen a mí.
Bien chico, déjame contarte una pequeña historia. Verás, no suelo ir a la ciudad muy seguido en estos días, pero pronto el viejo Jack Frost volverá al corazón de la gran ciudad.
Y gritaré hasta que los edificios se derritan,
Luego susurraré hasta que se congelen.
Y estaré parado en una torre helada con todos los ojos fijos en mí.
Y todos seguirán,
Mientras levanto mi mano izquierda al cielo,
Y juntos desgarraremos el tejido
De este mundo y miraremos fijamente en el vacío que yace detrás.
Escrita por: Jason Webley