Aunque digas que no...
aunque digas que no,
las hojas y los pájaros se verán en el aire,
sin prejuicios,
ni espejos que perturben sus alos.

Las rosas y los sauces crecerán, y los pastos,
navegarán las tardes, henebrando rosarios,
de gotitas y frases.

Palabras y rocíos solitarios y amantes,
cómo el trueno y la lluvia,
y el arroyo y su cauce.

Y aunque digas que no,
yo seré tu constante,
efímero y perpetuo corazón palpitante,
lejano y apretado...
atrevido y galante,
el genio de la nada que cumple tus deseos,
y se olvida de amarte,
incoherente y exacto,
el que transforma en niña tus sentidos más amplios,
el que peca por darte el motivo y el llanto,
y te muerde las lágrimas,
arrogante y callado.

Y aunque digas que no,
más que nunca, te amo,
rebelde la ternura de mis brazos cansados,
día a día te elevo,
sin que notes cuán alto.

Lástima que no sepas porqué me duelen tanto,
las culpas de estos años,
lo antiguo de mi trato,
pero no olvides nunca,
que aunque no sepas cuánto,
y aunque digas que no,
más que nunca... te amo.

Composição: