Esta noche mis amigos ha de ser mi última noche,
ayer supe que a mi vida, se le caía el telón.
De rodillas ante un Cristo, con sus cabellos muy blancos,
vi a mi madre sollozar y rogar mi salvación.
No me asusta la partida, ni estaré triste por eso,
yo jamás cuidé mi vida presintiendo este final.
Es por eso, mis amigos, que al llegar la despedida
olvidemos con un tango y en vez de llorar, reír.

A ver muchachos, un tango,
quiero evocar mil recuerdos,
quiero que reine alegría,
en esta hora final.
Rezonguen los bandoneones
y que lloren los violines.
A ver muchachos, un tango,
en esta hora final.

Es por eso que esta noche ha de ser farra corrida,
con las notas de este tango, olvidemos el dolor.
Resignado me despido, mis amigos, de la vida,
porque a lo mejor no sé, si mañana volveré.
Fue mi vida como un tango, con tristezas y alegrías,
en sus notas, mis recuerdos y en su canto mi oración,
son sus quejas como un rezo, a mi buena madrecita
y sus lagrimas un ruego suplicando su perdón.

Composição: