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Refugio de la Cabra

Koldbrann

Goat Lodge

In search of meager serenity
Cunning demons ever striding
My arsenal of spirits
shall haul me through the night

In clouded visions, in distorted dreams
I’m out in the open, driven to the brink
As the dead hill comes into view
there is nothing inbetween

By the cruelty of nature
By the madness of the sea
She will settle for nothing less
She will claim as she has given
The Cormorant in the distance
Blackwinged scout of Utrøst
Standing tall, in lonely majesty
like an ill-boding totem

Whispering birches
Ancient soil of Suicide
Across the field of thorns
tearing up my old sores

Looking down that dismal road
I shall never forget their faces
So many a fellow lost
hanging from the gallows pole
Strangely, still connected
Bound by an ageless ritual
The blood of the traitors
washed away with the morning tide

The Dweller of the Threshold
reaching into his bag of tricks
The song of the Yellow Jester
an omen of the coming harvest

A passage to the clearing unfolds
sacret stone formation
The shadow of Ibex horns
appear before my weary feet

Turning the familiar key
open the door to my interior places
As howling winds go silent
I surrender to my sanctity
In the chamber of reflections
retracing my faltering steps
Cheap Kalinka and kettle coffee
rid my heart of these overgrown burdens

On the outside, the world is moving
the same ugly ways as ever before
Unbeknown to what resides beneath them
and to what end their blood shall trickle

The old, mounted trophies
are playing their games of mockery
By the horned moon, breathing life
into these devious paintings
crafted by hands unknown

Much too real, as if immersed
into a Dream within a Dream
cease to live through the broken shards
Blackout is a gift from below

Refugio de la Cabra

En busca de una serenidad escasa
Demonios astutos siempre avanzando
Mi arsenal de espíritus
me llevará a través de la noche

En visiones nubladas, en sueños distorsionados
Estoy al descubierto, llevado al límite
Mientras la colina de los muertos entra en vista
no hay nada en medio

Por la crueldad de la naturaleza
Por la locura del mar
Ella no se conformará con menos
Ella reclamará como ha dado
El Cormorán a lo lejos
Explorador de alas negras de Utrøst
Erguido, en soledad majestuosa
como un tótem de mal agüero

Susurrantes abedules
Antigua tierra del Suicidio
A través del campo de espinas
desgarrando mis viejas heridas

Mirando por ese camino sombrío
Nunca olvidaré sus rostros
Tantos compañeros perdidos
colgando del poste de la horca
Extrañamente, aún conectados
Atados por un ritual eterno
La sangre de los traidores
lavada por la marea matutina

El Morador del Umbral
metiendo la mano en su saco de trucos
La canción del Bufón Amarillo
un presagio de la cosecha venidera

Un pasaje hacia el claro se despliega
formación de piedras sagradas
La sombra de los cuernos de Íbice
aparece ante mis pies cansados

Girando la llave familiar
abro la puerta a mis lugares interiores
Mientras los vientos aulladores se callan
me rindo a mi santidad
En la cámara de reflexiones
reconstruyendo mis pasos vacilantes
Barato Kalinka y café de pava
liberan mi corazón de estas cargas excesivas

En el exterior, el mundo se mueve
de las mismas formas feas de siempre
Desconocidos a lo que reside debajo de ellos
y a qué fin su sangre gotea

Los viejos trofeos montados
juegan sus juegos de burla
Bajo la luna cornuda, dando vida
a estas pinturas engañosas
creadas por manos desconocidas

Demasiado real, como si estuviera inmerso
en un Sueño dentro de un Sueño
dejar de vivir a través de los fragmentos rotos
El apagón es un regalo desde abajo

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