395px

Cuando Saco Mis Dientes

Konstantin Wecker

Dann Pack Ich Meine Zähne Aus

Abends, wenn die Hunde an der Kette zerren
und den Mond beknurren, weil er gelb im Saufnapf schwimmt,
wenn die Windkinder jagen und ums Hauseck plärren
und die Regenfrau gebärt und der Sturmbrei rinnt,

abends, wenn die Kater ihre Schwänze stellen
und die Nasen in die Luft und nach den Katzen stoßen:
Ja, dann pack ich meine Zähne aus
und schleich ums Haus.

Abends, wenn die Häuserwände sinnlich werden
und die Bäume werden wuschelige Fraun,
in den Zimmernischen lassen sie die Höhepunkte sterben
und im Hinterhof, da onaniert ein Clown,

abends, wenn die Gartenzwerge aufeinanderspringen
und die Erde ist zwei Stöße wert:
Ja, dann pack ich meine Zähne aus
und schleich ums Haus.

Und dann feg ich durch die Träume braver Biedermänner
wie ein Tier, fast wild und voller Blut,
kaure hinterm Busch und fang mir Wollelämmer,
weil sie weich sind wie ein Leib und feist und gut.

Und im Beichtstuhl leg ich schabend Hand an mich,
bis ich weiß bin und geläutert bin und neu,
und dann kann ich wieder, fang zwei Hundemädchen ein,
und verbring die Nacht mit ihnen kuschelig im Heu.

Morgens, wenn die kleine Stadt in Blut getaucht ist
von der Sonne und von meinen Träumerein
und der Mond schon längst im müden Hundebauch ist,
ziehn die Kater ihre Schwänze wieder ein.

Wenn der Clown sehr blaß und abgeschlafft die Zunge einzieht,
weil die Schminke über seine Späße rinnt:
dann pack ich meine Zähne ein.

Und dann atme ich den Duft meiner Wesenheit,
die eine Welt war eine Nacht und dann verschwand.
Und ich denke an die Bilder einer neuen Zeit,
die sehr wild ist und die ich erfand.

Und ich jag mir meine Zähne in die Fingerkuppen
und entbinde mich damit von mir.
Bind mir unter mein Geschlecht meine Mamapuppen
und entschlummre wie ein weiches schönes Tier.

Cuando Saco Mis Dientes

Por la noche, cuando los perros tiran de la cadena
y gruñen a la luna, porque flota amarilla en el plato de comida,
cuando los niños del viento persiguen y lloran alrededor de la esquina de la casa
y la mujer de la lluvia da a luz y el puré de tormenta gotea,

por la noche, cuando los gatos levantan sus colas
y levantan sus narices al aire y persiguen a las gatas:
sí, entonces saco mis dientes
y me deslizo alrededor de la casa.

Por la noche, cuando las paredes de las casas se vuelven sensuales
y los árboles se convierten en mujeres peludas,
en los rincones de las habitaciones dejan morir los orgasmos
y en el patio trasero, un payaso se masturba,

por la noche, cuando los enanos de jardín saltan unos sobre otros
y la tierra vale dos empujones:
sí, entonces saco mis dientes
y me deslizo alrededor de la casa.

Y luego me deslizo por los sueños de los hombres respetables
como un animal, casi salvaje y lleno de sangre,
mastico detrás de los arbustos y atrapo corderos de lana,
porque son suaves como un cuerpo y gordos y buenos.

Y en el confesionario me toco hasta rascarme,
hasta que sea blanco y esté purificado y sea nuevo,
y luego puedo de nuevo, atrapar a dos perritas,
y pasar la noche acurrucado con ellas en el heno.

Por la mañana, cuando la pequeña ciudad está teñida de sangre
por el sol y por mis ensoñaciones
y la luna ya está en la panza cansada de un perro,
los gatos vuelven a guardar sus colas.

Cuando el payaso muy pálido y desinflado se traga la lengua,
porque el maquillaje se le escurre por sus payasadas:
entonces guardo mis dientes.

Y luego respiro el aroma de mi esencia,
que fue un mundo una noche y luego desapareció.
Y pienso en las imágenes de un nuevo tiempo,
que es muy salvaje y que inventé.

Y me clavo mis dientes en las yemas de los dedos
y me libero de mí mismo.
Atar mis muñecas mamá debajo de mi sexo
y me duermo como un animal suave y hermoso.

Escrita por: