Rom
Schon mit dem ersten Licht ist diese Stadt
in Leben eingetaucht und Kraft.
Die Häuser schimmern zwar noch etwas matt,
doch durch die Straßen rinnt schon all der Saft,
den Rom im Überfluß besitzt. Man spürt
das dumpfe Pochen aus den Katakomben,
wo sich der erste Christenleichnam rührt.
Sie werden alle kommen und mit Bomben
aus Glut und Hitze um sich schmeißen.
In ein paar Stunden steht die Stadt in Brand.
Die Götter stehn in Positur und gleißen
und halten bunte Dias in der Hand.
Unter dem Titusbogen weiden deutsche Schafe
und die Cäsaren lassen es geschehn.
Statt aufzuwiegeln wie einst jener Sklave
wolln sie zerbröckeln und auf Marmor stehn.
Die grauen Päpste kauern auf St. Peter
und geifern ihren Segen auf die Stadt
und suchen Gott. Was solls, da oben steht er
und jammert, daß man ihn vergessen hat.
Er soll sich vorsehn, daß ihn jene Pferde,
die seit Jahrtausenden die Sonne ziehn,
nicht niedertrampeln. Denn schon glüht die Erde
und alle grellen Lichter werden fliehn
und ins Inferno tauchen. Die Paläste
verlieren ihre Schatten und verstummen.
Die Zeit der Katzen kommt und die der Feste,
die greisen Dichter steigen aus den Niederungen.
Und endlich kann sich Rom besaufen
die Brüste prall und voll von Wein.
Gelächter fangen an zu laufen
und schwellen an und brechen in dich ein.
Und du ertrinkst und taumelst durch die Gassen,
die Häuser flattern auf, du rennst vorbei,
du willst die ganze Stadt umfassen -
Rom hat dich endlich. Nie mehr bist du frei.
Roma
Desde las primeras luces, esta ciudad
se sumerge en vida y energía.
Aunque los edificios aún brillan un poco opacos,
el jugo ya fluye por las calles,
que Roma posee en abundancia. Se siente
el latido sordo desde las catacumbas,
donde se remueve el primer cuerpo de un cristiano.
Todos vendrán y lanzarán bombas
de fuego y calor a su alrededor.
En unas pocas horas, la ciudad estará en llamas.
Los dioses están en posición y brillan
y sostienen diapositivas coloridas en la mano.
Debajo del Arco de Tito pastan ovejas alemanas
y los Césares lo permiten.
En lugar de incitar como aquel esclavo una vez,
quieren desmoronarse y estar sobre mármol.
Los papas grises se agazapan en San Pedro
y lanzan su bendición sobre la ciudad
y buscan a Dios. ¿Qué importa, allí arriba está él
y se lamenta de que lo hayan olvidado.
Debe tener cuidado de que esos caballos,
que durante milenios han arrastrado al sol,
no lo pisoteen. Porque la tierra ya está ardiendo
y todas las luces brillantes huirán
y se sumergirán en el infierno. Los palacios
perderán sus sombras y se silenciarán.
Llega la época de los gatos y de las fiestas,
los poetas ancianos emergen de las profundidades.
Y finalmente Roma puede embriagarse,
los pechos hinchados y llenos de vino.
Las risas comienzan a fluir
y crecen y estallan en ti.
Y te ahogas y tambaleas por las calles,
los edificios se abren, pasas corriendo,
quieres abrazar toda la ciudad -
Roma finalmente te tiene. Nunca más serás libre.