Nadie puede darte mas ternura,
nadie, nunca nadie más que yo
porque estoy plenamente convencido ¡ay!
que todo es "un cielo para los dos".

No hay un día ni una noche
que me quede sin decirte
qué feliz estoy viviendo
con tu beso embriagador.
Mi madrecita santa
te idolatra, te bendice
al saber que su hija buena
encontró su verdadero amor.

Gracias mi estrellita, muchas gracias,
por haberme dado su querer
tu querer tan sincero y tan profundo ¡ay!
que guardo en lo mas hondo de mi ser.


No hay un día ni una noche
que me quede sin decirte
qué feliz estoy viviendo
con tu beso embriagador.
Mi madrecita santa
te idolatra, te bendice
al saber que su hija buena
encontró su verdadero amor.

Composição: Enrique Dizeo