395px

La Mañana

Lunar Aurora

Der Morgen

Das Tor - es öffnet sich erneut.
Das Rad - es dreht sich immerzu.

Das Tor - es öffnet sich erneut.
Die Welt - sie dreht sich immerfort.

Wir wollen weiter
und sind vom letzten Traum noch so entrückt.
Er war vom reinen Odem
der tief reichenden Wurzeln so sehr durchwirkt.

Das Tor - es öffnet sich erneut.
Das Licht - es reißt uns hinfort.

Morgenlicht und Nebelklang,
Angstgeschrei und Werdegang.
Morgenlicht über Waldesruh,
so erwache auch Du.

Kehre zurück, tauche ein.
Sei zur Stelle und weine nicht.
Kehre zurück, tauche ein.
Verlasse den Äther und greine nicht.

Herbei! Herbei!
Ihr Schergen der Vernunft.
Zerteilt! Zerteilt!
Im Namen eurer Zunft.

Das Tor - es öffnet sich erneut.
Das Rad - es dreht sich immerzu.

Wir sind beseelt
und doch vom letzten Tod noch so entrückt.
Er wurde vom klammen Hauch
eines neuen Morgens zweifelhaft geweckt.

Die Halle der Wiederkehr
durchstreift der Meister der Sehnsucht.
Erbarmungslose Geister der Winde
raunen um die Wiegen der Erstgeborenen,
und unten im noch zwielichtigen Tal
der totgeborenen Wünsche,
zerteilt ein kleiner Flügelschlag
die Zeit in neue Stücke.

Kehre zurück, tauche ein.
Sei zur Stelle und weine nicht.
Kehre zurück, tauche ein.
Verlasse den Äther und greine nicht.

Denn alles krallt sich
in das ewige Gefüge,
wird arglos genährt
vom kalten Morgentau.

La Mañana

La Puerta - se abre de nuevo.
La Rueda - gira constantemente.

La Puerta - se abre de nuevo.
El Mundo - gira sin cesar.

Queremos seguir
y estamos tan alejados del último sueño.
Estaba impregnado
con el aliento puro
de raíces profundas tan entrelazadas.

La Puerta - se abre de nuevo.
La Luz - nos arrastra lejos.

Luz de la mañana y sonido de niebla,
gritos de miedo y proceso de formación.
Luz de la mañana sobre la tranquilidad del bosque,
así que despierta también tú.

Regresa, sumérgete.
Está presente y no llores.
Regresa, sumérgete.
Abandona el éter y no gimas.

¡Venid! ¡Venid!
Vosotros, secuaces de la razón.
¡Dividid! ¡Dividid!
En nombre de vuestra hermandad.

La Puerta - se abre de nuevo.
La Rueda - gira constantemente.

Estamos poseídos
y aún tan alejados de la última muerte.
Fue despertado dudosamente
por el aliento húmedo
de una nueva mañana.

El salón del retorno
es recorrido por el maestro del anhelo.
Espíritus despiadados de los vientos
susurran alrededor de las cunas de los primogénitos,
y abajo, en el valle aún crepuscular
de deseos nacidos muertos,
un pequeño aleteo
divide el tiempo en nuevos fragmentos.

Regresa, sumérgete.
Está presente y no llores.
Regresa, sumérgete.
Abandona el éter y no gimas.

Porque todo se aferra
al eterno entramado,
es alimentado inocentemente
por el frío rocío de la mañana.

Escrita por: