Quieto parao, no te arrimes, ya son demasiados abriles
Para tu amanecer desbocao, mejor que me olvides
Yo me quedo aquí a tender mi pena al sol
En la cuerda de tender desolación
Luego empezaré a coser tequieros en un papel
Y a barrer el querer con los pelos de un pincel

Y en cuanto acabó de zurcir las heridas de
Las noches mal dormidas llegué yo
Y le llené de flores el jergón para los dos
Sin espinas, de colores, que se rieguen
Cuando llore y cuando no, las sulfatamos
Con nuestro sudor
Y me confesó, cuando quieras arrancamos que
En las líneas de la mano lo leyó
Que se acabó el que la quemara el sol
Pero se asustó, ¡como te retumba el pecho!
Tranqui, solo es mi maltrecho corazón
Que se encabrita cuando oye tu voz, el muy cabrón

¿Qué coño le pasara que ya no sale a volar?
¿Tal vez le mojó las plumas el relente de la luna?
Le volvió loca el sonío de las gotas de rocío
Cuando empieza a clarear y aún no se ha dormío

Y me enamoró, aunque era un hada alada y
Yo seguía siendo nada no importó
Eramos parte del mismo colchón
Hasta que juró, nos querremos mas que nadie
Pa que no corra ni el aire entre tu y yo
Sentí que me iba faltando el calor y digo yo

¿Qué coño le pasara que ya no sale a volar?
¿Tal vez le mojó las plumas el relente de la luna?
Le volvió loca el sonío de las gotas de rocío
Cuando empieza a clarear y aún no se ha dormío

Le hizo un trato al colchón, con su espuma se forró
El corazón, que anoche era de piedra y al alba era
De mimbre que se dobla antes que partirse

Amaneció, la vi irse sonriendo, con lo puesto
Por la puerta del balcón, el pelo al viento
Diciendome adiós, porque decidió que ya
Estaba hasta las tetas de poetas de bragueta y revolcón
De trovadores de contenedor

Composição: Kutxi Romero / Marea