395px

De visita

Mauricio Barcellos

De visita

Tem dias em que a saudade apeia à frente do rancho
Boleia a perna, alcança a rédea, desencilha o baio ruano.
Puxa a prosa e sem convite se achega à beira do fogo,
Querendo saber de tudo, querendo mudar os planos.

Pergunta dos meus silêncios, faz rebrotar meus anseios,
Instiga um verso calado, traz inquietudes no olhar.
Desorienta meu rumo, põe labirinto aos meus passos,
E por saber dos meus rastros, não deixa o tempo passar...

Quando a saudade se achega a cabrestear meus recuerdos,
Repassa cada lembrança com cismas de confidente.
Conhece todos os medos que eu conservo silente,
Pois sabe tudo o que sente meu coração em segredo...

Pouco interessa à saudade, o que meus olhos procuram,
Possui vontades alheias às minhas tão diferentes...
Percebe a força que tem pelas ausências sentidas
E esquece da própria vida, gastando a vida da gente.

Atiça o fogo de novo, deixa meus olhos em brasa,
Desarruma minha casa, ralha com o tempo e comigo.
Encilha o baio, alça a perna, e pega o rumo da estrada,
E os olhos, de ver o nada, já não ofertam abrigo.

De visita

Hay días en los que la nostalgia llega al frente del rancho
Mueve la pierna, alcanza las riendas, desmonta al caballo ruano.
Entabla una conversación sin invitación, se acerca al borde del fuego,
Queriendo saberlo todo, queriendo cambiar los planes.
Pregunta sobre mis silencios, hace renacer mis anhelos,
Incita un verso callado, trae inquietudes en la mirada.
Desorienta mi rumbo, pone laberintos en mis pasos,
Y al conocer mis huellas, no deja que el tiempo pase...

Cuando la nostalgia se acerca a domar mis recuerdos,
Revisa cada memoria con suspicacias de confidente.
Conoce todos los miedos que guardo en silencio,
Pues sabe todo lo que siente mi corazón en secreto...

A la nostalgia poco le importa lo que buscan mis ojos,
Tiene deseos ajenos a los míos, tan diferentes...
Percibe la fuerza que tiene por las ausencias sentidas
Y olvida su propia vida, gastando la vida de la gente.

Aviva el fuego de nuevo, deja mis ojos en llamas,
Desordena mi casa, regaña al tiempo y a mí.
Monta al caballo, levanta la pierna, y toma el rumbo del camino,
Y los ojos, al ver la nada, ya no ofrecen refugio.

Escrita por: Matheus Neves Da Fontoura / Paulo Fleck / Rodrigo Duarte