Black Seed Sown
Crows sing in cruel dark clouds Murder descending Cross red skies Parched wind
Howling in the ears of dust caked dead
Dreams rotting in a pit All spilt blood coughing Over / Death's caress
Clown God is Dead! Ascension through martyrdom
Beast is loose. Black Seed Sown. Bloom through blood rich soil
White flash of sonic doom. Tidal wave of blackened flesh
Cries of loss turn to dust CHAOS falsehood killed by truth
Utopian dreams Drown in piss With no other use
The Highways of abuse Burning pages of a book Nowhere left to look
Images of angels Impaled unpon red meat hooks
Aeons Come Aeons Die Chaos Lives forever...
Hope finds no consolation here for a word like never Seraphim set your worlds ablaze
Mince the holy cows Metal rusts in the whirlwinds of War / Fall to Dust
Black mist wake Shines trail of destruction Landscapes of entropy
Gates open for the Maggot King Kings return Death throne
Semilla Negra Sembrada
Los cuervos cantan en crueles nubes oscuras
Asesinato descendente
Cruzan cielos rojos
Viento reseco
Aullando en los oídos de los muertos cubiertos de polvo
Sueños pudriéndose en un pozo
Toda la sangre derramada tosiendo
Sobre / Caricia de la muerte
¡Dios payaso está muerto! Ascensión a través del martirio
La bestia está suelta. Semilla negra sembrada
Florecer a través de la tierra rica en sangre
Destello blanco de perdición sónica. Ola de carne ennegrecida
Lamentos de pérdida se convierten en polvo
CAOS falsedad asesinada por la verdad
Sueños utópicos Se ahogan en orina Sin otro uso
Las autopistas del abuso Quemando páginas de un libro
Sin ningún lugar más donde mirar
Imágenes de ángeles Empalados en ganchos de carne roja
Eones vienen Eones mueren El caos vive para siempre...
La esperanza no encuentra consuelo aquí para una palabra como nunca
Serafines enciendan sus mundos
Pica las vacas sagradas El metal se oxida en los torbellinos de la Guerra
Caen al polvo
Niebla negra despierta Brilla rastro de destrucción
Paisajes de entropía
Se abren las puertas para el Rey Gusanos Los reyes regresan Trono de muerte