(Dedicado al Che Guevara. Escrito en Budapest en octubre de 1967)


Como la sombra de la sombra
hacia la selva se adentró,
días enteros caminó
con el fusil y la razón.
Entre las lianas reposó,
sobre las víboras cruzó,
de clara pólvora vistió
y a los pastores desplegó
buscando fuerzas para hallar
la libertad agonizante

y así fue que un día cayó
en la sierra el claro Comandante.

Su nombre ardió como un pajar
y la ceniza se esparció,
un viento fiero la tomó,
por los caminos la llevó.
Y en cada sitio de la tierra
donde por él veló un pastor,
donde un obrero le leyó,
donde un poeta le escuchó
y un combatiente le siguió*
creció el silencio ante su nombre

y así es que vuelve a revivir
el Che en la lucha de los hombres.

El Che es tal vez un muerto más,**
pero su rayo relumbró
cuando la ráfaga cortó
su sangre en dos lagos iguales.
El mes de octubre se trizó
como un volcán o un vidrio azul,
la inquieta América escondió
su fría furia de metal,
y de la sierra al litoral
abrió el dolor su flor amarga

y era un asombro su final
y es la batalla que se alarga.

¡Pastor de la selva: adiós!

Adiós, Comandante, adiós.

Hasta la victoria, adiós.***

En las versiones posteriores a la grabación de 1971 Patricio Manns dice:

* y un estudiante le escuchó / y un campesino le siguió
** Él es tal vez un muerto más
*** ¡Pastor de la sierra: iré! / Iré, Comandante, iré. / Hasta la victoria iré.

En la versión de "Karaxú live" dice:

donde un obrero lo leyó / y un estudiante lo escuchó / y un campesino lo siguió.

Composição: Patricio Manns