The Watchman Blues (Grey Abscesses)
I buried her body beneath the West River so that the wake would dredge my dismembered trophy upon its exhibition shores a withered statue of a catalyst.
At her enthronement, they'll find her looking majestic, my death princess in a gown of plaster and plague redolence. Every incision from my switchblade cosmetics is its own lip-sticked dimple on her clay skin.
She'll have suitors in not only the maggot subjects that populate her kingdom but in the shamed spectators to her coronation, superimposing their guilt upon my scapegoat estate. Her milky eyes recoiled sardonically, her mouth a contorted sculpture of amusement.
And these stairway feet are searching for a girl long past expiration to be found and these anachronism lips are singing the watchman blues.
Saturday night burns lower than Hades; her Majesty is the confident arson. Like a winter in July, this dreamscape is drawn by a beauty born from caskets.
Her gala of rebirth as it rings on dead lips.
I said, I love you to ears without pulse, basking like diamonds in perfection.
(Traces of her voice slept as cadaver valentines on the dusk air.)
Los Blues del Vigilante (Abscesos Grises)
Enterré su cuerpo bajo el río Oeste para que el velorio sacara mi trofeo desmembrado en sus costas de exhibición, una estatua marchita de un catalizador. En su entronización, la encontrarán luciendo majestuosa, mi princesa de la muerte en un vestido de yeso y olor a peste. Cada incisión de mis cosméticos de navaja es un hoyuelo pintado en sus piel de arcilla.
Tendrá pretendientes no solo entre los gusanos que pueblan su reino, sino también entre los espectadores avergonzados de su coronación, superponiendo su culpa en mi finca chivo expiatorio. Sus ojos lechosos se retractaron sarcásticamente, su boca una escultura contorsionada de diversión.
Y estos pies de escalera buscan a una chica hace mucho vencida por ser encontrada y estos labios anacrónicos cantan los blues del vigilante. El sábado por la noche arde más bajo que el Hades; su Majestad es el incendiario confiado. Como un invierno en julio, este paisaje onírico es dibujado por una belleza nacida de ataúdes.
Su gala de renacimiento resuena en labios muertos. Dije te amo a oídos sin pulso, brillando como diamantes en perfección. (Rastros de su voz dormían como valentines cadavéricos en el aire del crepúsculo.)