Do Que a Tarde Não Vê
Parece até que as figueiras
Chovem nos galhos copados
E que os cavalos da encilha
Já vêm de lombos suados
Bailam as franjas do poncho
Em contraponto às do baio
Talvez, tremendo de frio
Neste finzito de maio
Cada pisada do pingo
Cruzando verdes caminhos
Rouba o orvalho do campo
Pra cintilar os machinhos
Cachorros molham o faro
Campeando não sei o que
E a manhazita redobra
A luz que a tarde não vê
Os choramingos do basto
Se calam por um instante
E as botas mudam de cor
No porteirão, mais adiante
E o sereno, por ciúmes, vai
Tenteando nesta hora
Por sementes de ferrugem
Sobre o lume das esporas
Tresontonte foi a chuva
Que afogou marcas de casco
Hoje o Sol é quem mateia
A seiva que vem do pasto
Mas lá na costa do mato
O serenal ainda brilha
E mostra, antes do cusco
Onde se entocam as novilhas
O sereno cobra o preço
De quem lhe pisa por cima
Esta é uma grande verdade
Que as alpargatas confirmam
De Lo Que la Tarde No Ve
Parece como si los higos
Llovieran en las ramas frondosas
Y que los caballos del arnés
Ya vienen con los lomos sudados
Bailan las franjas del poncho
En contrapunto a las del bayo
Tal vez, temblando de frío
En este fin de mayo
Cada pisada del caballo
Cruzando verdes caminos
Roba el rocío del campo
Para hacer brillar los machos
Los perros mojan el hocico
Rastreando no sé qué
Y la mañanita redobla
La luz que la tarde no ve
Los gemidos del basto
Se callan por un instante
Y las botas cambian de color
En el portón, más adelante
Y el rocío, por celos, va
Tanteando en esta hora
Por semillas de herrumbre
Sobre el brillo de las espuelas
Fue un chaparrón la lluvia
Que ahogó huellas de casco
Hoy el Sol es quien despeja
La savia que viene del pasto
Pero allá en la orilla del monte
El rocío aún brilla
Y muestra, antes del cachorro
Dónde se esconden las terneras
El rocío cobra el precio
De quien lo pisa por encima
Esta es una gran verdad
Que las alpargatas confirman