Dime, ¿por qué la gente no sonrie?;
¿por qué las armas en las manos?;
¿por qué los hombres mal heridos?.
Dime.

Dime, ¿por qué los niños maltratados?;
¿por qué los viejos olvidados?;
¿por qué los sueños prohibidos?.
Dime.

Dímelo, Dios, quiero saber.
Dime, ¿por qué te niegas a escuchar?.
Aun queda alguien que talvez rezará.
Dímelo, Dios, quiero saber.
¿Dónde se encuentra toda la verdad?.
Aun queda alguien que talvez lo sabrá.

Dime, ¿por qué los cielos ya no lloran?;
¿por qué los ríos ya no cantan?;
¿por qué nos has dejado solos?.
Dime.

Dime, ¿por qué las manos inactivas?;
¿por qué el mendigo de la calle?;
¿por qué las bombas radioactivas?.
Dime.

Dímelo, Dios, quiero saber.
Dime, ¿por qué te niegas a escuchar?.
Aun queda alguien que talvez rezará.
Dímelo, Dios, quiero saber.
¿Dónde se encuentra toda la verdad?.
Aun queda alguien que talvez lo sabrá, pero yo no.

Dime, ¿por qué la gente no sonrie?;
¿por qué las armas en las manos?;
¿por qué los hombres mal heridos?.
Dime. Dime, ¿por qué los niños maltratados?;
¿por qué los viejos olvidados?;
¿por qué los sueños prohibidos?.

¡¡Dímelo Dios!!

Composição: José Luis Perales