Give Breath To Her Memory
The wane of my crescent fixation,
The moon she doth corrodes.
Thousands of voiceless faces
Besmirch the darkened canopy.
This winter's night, needful and torturous,
Has unearthed many secrecies
Amongst caskets sealed forever (I once believed).
Forgive my pessimism,
But I suffer only regret,
Committed to this loneliness no more.
The flames of my disbelief,
A silence among the deceased and foreboding.
This elegance entombed within these grounds
Was not of my hands' doing.
The malefic stars weep upon her resting place,
A loss I've mourned for countless seasons.
And it were by the grace of God
That I be spared this I'll fate
To be with her once more,
Engraved in eternal sleep.
The maelstrom of the night,
Her embodiment in the mist.
Death, ye heartless bastard,
Thy taunts shall not distress.
My grief begotten heart awakes
In absence of her warmth.
But she will know the night air once more,
As my hand caresses hers.
How long since summers past
Have the boundaries of life withheld?
No more, the melancholy night beholds.
A burial gown, our night swept feet
Shall tread.
And we shall immolate together,
Our ashes forever entwined.
Darle aliento a su memoria
El declive de mi fijación creciente,
La luna ella corroe.
Miles de rostros sin voz
Ensucian el dosel oscurecido.
Esta noche de invierno, necesaria y tortuosa,
Ha desenterrado muchos secretos
Entre ataúdes sellados para siempre (en los que una vez creí).
Perdona mi pesimismo,
Pero solo sufro arrepentimiento,
Comprometido a esta soledad no más.
Las llamas de mi incredulidad,
Un silencio entre los difuntos y amenazante.
Esta elegancia sepultada dentro de estos terrenos
No fue obra de mis manos.
Las estrellas maléficas lloran sobre su lugar de descanso,
Una pérdida que he lamentado por incontables estaciones.
Y fue por la gracia de Dios
Que fui librado de este destino cruel
De estar con ella una vez más,
Grabado en un sueño eterno.
El torbellino de la noche,
Su encarnación en la niebla.
Muerte, bastardo despiadado,
Tus burlas no me angustiarán.
Mi corazón engendrado por el dolor despierta
En ausencia de su calor.
Pero ella conocerá el aire nocturno una vez más,
Mientras mi mano acaricia la suya.
¿Cuánto tiempo desde los veranos pasados
Han retenido los límites de la vida?
No más, la melancólica noche contempla.
Un vestido de entierro, nuestros pies barridos por la noche
Deberán pisar.
Y nos inmolaremos juntos,
Nuestras cenizas entrelazadas para siempre.