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En el Paso del Mutim

André Teixeira

No Tranco do Mutim

Vou sacudindo a ossamenta no balanço do Mutim
Num rancho, chão de cupim, nesse rincão missioneiro
E a fumaça do candieiro vai adentrando na venta
E a cordeona se sustenta abrindo e fechando o fole
Sonidos que a noite engole sob a Lua sonolenta

Don Adalberto abre a gaita como um sagrado responso
Vem do rincão mais esconso riscado de japecanga
O meu canto se arremanga lavando a alma num verso
Mundo xucro, céu disperso que se enreda na emoção
Na harmoniosa comunhão dentro do meu universo

Ilheira e baixo conversam no mesmo vocabulário
Configurando o sacrário do missal do rancherio
Um lampião treme o pavio do vento que vem da porta
Na imagem que se recorta de quem baila e se sacode
Entra e se sai como pode porque o resto pouco importa
Entra e se sai como pode porque o resto pouco importa

Se eleva o pó na bailanta, se agoa e segue de novo
É costume do meu povo o baile, dança, entreveiro
Gaita, violão e pandeiro que diverte e acostuma
Sem diferença nenhuma do sarau mais requintado
Nesse ronco abarbarado que a alma inteira perfuma

O rancho se enche de luz, vaneira de pontesuela
Da gaita, escapa uma estrela alumiando todo o rincão
O céu vem morar no chão em celeste forma divina
Que enternece, que ilumina como deusa e o paraíso
Transparecido em um sorriso nos lábios de alguma china

Uma cordeona se abrindo, de campo inteira, se veste
Capão de mato celeste, segredo puro do embalo
É como um canto do galo na minha querência reiuna
Nem o vivaz mais turuna não sabe a importância exata
A gaita, mais que ouro e prata, na terra é a maior fortuna
A gaita, mais que ouro e prata, na terra é a maior fortuna

En el Paso del Mutim

Voy sacudiendo los huesos en el balance del Mutim
En un rancho, suelo de termitas, en este rincón misionero
Y el humo de la lámpara de aceite entra por la nariz
Y el acordeón se sostiene abriendo y cerrando el fuelle
Sonidos que la noche se traga bajo la Luna somnolienta

Don Adalberto abre la gaita como un sagrado rezo
Viene del rincón más escondido rayado de maleza
Mi canto se arremanga lavando el alma en un verso
Mundo rústico, cielo disperso que se enreda en la emoción
En la armoniosa comunión dentro de mi universo

El isleño y el bajo conversan en el mismo lenguaje
Configurando el sagrario del misal del rancho
Una lámpara tiembla con la mecha del viento que viene de la puerta
En la imagen que se recorta de quien baila y se sacude
Entra y sale como puede porque lo demás poco importa
Entra y sale como puede porque lo demás poco importa

Se levanta el polvo en la bailanta, se moja y sigue de nuevo
Es costumbre de mi gente el baile, la danza, el alboroto
Gaita, guitarra y pandero que divierten y acostumbran
Sin ninguna diferencia del salón más refinado
En ese ronco embriagador que perfuma el alma entera

El rancho se llena de luz, vaneira de pontesuela
De la gaita, escapa una estrella iluminando todo el rincón
El cielo viene a vivir en el suelo en forma celestial
Que enternecen, que iluminan como diosa y el paraíso
Transparentado en una sonrisa en los labios de alguna mujer

Un acordeón abriéndose, de campo entero, se viste
Monte celeste, secreto puro del arrullo
Es como un canto del gallo en mi tierra natal
Ni el más vivaz no sabe la importancia exacta
La gaita, más que oro y plata, en la tierra es la mayor fortuna
La gaita, más que oro y plata, en la tierra es la mayor fortuna

Escrita por: André Teixeira / Eliezer Dias de Souza