395px

Marineros en el Faro de la Perdición

Ashenspire

Mariners At Perdition's Lighthouse

Mariners at Perdition’s lighthouse
With bludgeoning smog raised
From slumber, to yet more grinding hours
Discord's in the deep, immiscible holy oil
A glass of tar to a drowning man
Welding soul and iron
The shipyards will make arsenic eaters of us all
Swallowing blight to bear its burden
Broken mariners, building
Arks from whale’s rusted ribs
Stolen ores from slaves a world away

As pretty as syphilis there’s no vindicating this

They, the crucified, on ferrous beams
Rivets pounding into arthritic palms
And a thousand years of cruel, ringed fingers
Grasping in earnest at saline rags
O, Morningstar! Sing in dissonance
To lightning coils at the beacon’s head

As infants to scale the peaks of refuse
To scrape the last threads of life
The pitiful dregs of flesh that cling
To bones cast off from Zion
O, Morningstar! Sing in dissonance
A verse for an onerous dawn
An aria in an oppressive key
Atonal ringing in their sodden void

They see the lecherous twilight
That daily, caresses the sanctimonious
The voluptuous paunch of the pious
Who gorge on doubt and faltering faith
Who sell their extortions as sins forgiven
And crack every bone for the marrow

To elucidate the thought of industriarchs
And to set their gears a-churning

Innumerous days spent dredging the catarrh
From the larynx of the Clyde
The strings of its voicebox bind Hephaestus by his hair
Club-foot cripple, caught in cacophonies a-pounding
Crucified on ferrous beam with rivets in his palms

Spines under lock
Binding the aberrant and the orthodox
Spiral staircase, sickly pale
As pretty as syphilis
There’s no vindicating this
Give me strength!
Give me strength!

Marineros en el Faro de la Perdición

Marineros en el faro de la perdición
Con la niebla contundente elevada
Despertando, a horas aún más agotadoras
La discordia está en lo profundo, un aceite santo inmiscible
Un vaso de alquitrán para un hombre ahogándose
Soldando alma y hierro
Los astilleros harán de nosotros comedores de arsénico
Tragando la plaga para soportar su carga
Marineros rotos, construyendo
Arcas con costillas oxidadas de ballena
Minerales robados de esclavos a miles de kilómetros

Tan bonito como la sífilis, no hay justificación para esto

Ellos, crucificados, en vigas de hierro
Remaches golpeando en palmas artríticas
Y mil años de crueles dedos anillados
Aferrándose con sinceridad a trapos salinos
¡Oh, Lucero de la Mañana! Canta en disonancia
A las bobinas de relámpagos en la cabeza del faro

Como infantes escalando las cimas de los desechos
Para raspar los últimos hilos de vida
Los miserables despojos de carne que se aferran
A huesos desechados de Sion
¡Oh, Lucero de la Mañana! Canta en disonancia
Un verso para un amanecer oneroso
Un aria en una tonalidad opresiva
Un tintineo atonal en su vacío empapado

Ven la lujuriosa penumbra
Que diariamente acaricia lo santimonioso
La panza voluptuosa de los piadosos
Que se empachan de dudas y fe vacilante
Que venden sus extorsiones como pecados perdonados
Y rompen cada hueso por la médula

Para elucidar el pensamiento de los industriarcas
Y hacer girar sus engranajes

Innumerables días pasados dragando la flema
De la laringe del Clyde
Las cuerdas de su caja de voz atan a Hefesto por su cabello
Cojo, atrapado en cacofonías golpeantes
Crucificado en viga de hierro con remaches en sus palmas

Columnas vertebrales bajo llave
Atando lo aberrante y lo ortodoxo
Escalera de caracol, enfermizamente pálida
Tan bonito como la sífilis
No hay justificación para esto
¡Dame fuerza!
¡Dame fuerza!

Escrita por: Alasdair Dunn