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Crónicas de Un Sobreviviente

Dado Ziul

Crônicas de Um Sobrevivente

Sete da manhã, a cidade acorda
Na favela, a rotina é pesada
É o corre de sempre, viver ou morrer
Na sombra do medo, sem nada a perder

Portão de madeira, trancado por sorte
Vejo a quebrada flertando com a morte
Tem moleque sonhando em virar jogador
Mas na real, é o tráfico que chama o valor

Eu sou um sobrevivente, do caos urbano
Onde a lei do mais forte dita o plano
Na linha entre o certo e o errado
Só quem vive aqui, conhece o fardo

Fim de tarde, o Sol vai descendo
A correria não para, sempre correndo
E no canto da rua, uma oração
Pra proteger quem tá na contramão

Polícia na esquina, olho atento
A sirene é o hino do sofrimento
Mas no olhar da criança, ainda há fé
Mesmo sabendo que o futuro é um blefe

Eu sou um sobrevivente, do caos urbano
Onde a lei do mais forte dita o plano
Na linha entre o certo e o errado
Só quem vive aqui, conhece o fardo

Noite caiu, e o silêncio ecoa
O barulho da bala é a voz que ressoa
Cada esquina tem seu próprio destino
E eu sigo escrevendo, um novo caminho

Crónicas de Un Sobreviviente

Siete de la mañana, la ciudad despierta
En la favela, la rutina es pesada
Es el mismo corre, vivir o morir
En la sombra del miedo, sin nada que perder

Puerta de madera, cerrada por suerte
Veo la quebrada coqueteando con la muerte
Hay un chico soñando con ser jugador
Pero en realidad, es el tráfico quien llama el valor

Soy un sobreviviente, del caos urbano
Donde la ley del más fuerte dicta el plano
En la línea entre lo correcto y lo incorrecto
Solo quien vive aquí, conoce el peso

Fin de tarde, el sol va bajando
La correría no para, siempre corriendo
Y en la esquina de la calle, una oración
Para proteger a quien va en contramano

Policía en la esquina, ojo atento
La sirena es el himno del sufrimiento
Pero en la mirada del niño, aún hay fe
Aun sabiendo que el futuro es un bluff

Soy un sobreviviente, del caos urbano
Donde la ley del más fuerte dicta el plano
En la línea entre lo correcto y lo incorrecto
Solo quien vive aquí, conoce el peso

La noche cayó, y el silencio resuena
El ruido de la bala es la voz que resuena
Cada esquina tiene su propio destino
Y yo sigo escribiendo, un nuevo camino

Escrita por: Luiz Eduardo de Carvalho Costa