Signatures, Baby Bomb
Sign here, please.
Thank you.
Now it is all over with and you may leave.
You may rest.
Things are taken care of for you.
It is needless to search for truth, because you may have it in this brown envelope.
Take the door on your left hand side and slide down.
You may then paint holes in whatever you like.
The birds that she had thought about earlier.
They were perfect.
This moment passed quickly though, and the birds seemed ridiculous again.
Stopped.
Then walked forward again.
For a moment, she was thinking about the various ways pigeons could be fooled.
Fooled, because they are such imbeciles in her opinion.
Complete strangers, she could do anything.
Aliens, if you will.
Not of the same world, but they too had met before (like the persons a while back).
Painted a hole or two, then sat down.
Looked at the envelope.
Made a call.
Wrong number.
How awkward.
Complete strangers...yeah, they might as well be cooked in coconut oil.
She smiled like an idiot and picked up the envelope.
Inside, her fear was given a name.
Firmas, Bomba Bebé
Firma aquí, por favor.
Gracias.
Ahora todo ha terminado y puedes irte.
Puedes descansar.
Todo está arreglado para ti.
Es innecesario buscar la verdad, porque la puedes tener en este sobre marrón.
Toma la puerta a tu izquierda y deslízate hacia abajo.
Entonces puedes hacer agujeros en lo que quieras.
Los pájaros en los que ella pensaba antes.
Eran perfectos.
Este momento pasó rápidamente, y los pájaros parecían ridículos de nuevo.
Detenidos.
Luego avanzaron de nuevo.
Por un momento, ella pensaba en las diversas formas en que las palomas podrían ser engañadas.
Engañadas, porque son unos imbéciles en su opinión.
Completos desconocidos, ella podía hacer lo que quisiera.
Extranjeros, si quieres llamarlos así.
No del mismo mundo, pero también se habían encontrado antes (como las personas hace un rato).
Pintó uno o dos agujeros, luego se sentó.
Miró el sobre.
Hizo una llamada.
Número equivocado.
Qué incómodo.
Completos desconocidos... sí, podrían estar cocinados en aceite de coco.
Ella sonrió como una idiota y tomó el sobre.
Dentro, su miedo tenía un nombre.
Escrita por: Tuomas Tuominen