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Matin

Léo Ferré

Matin

N'eus-je pas une fois une jeunesse aimable, h??e, fabuleuse, ?crire sur des feuilles d'or, - trop de chance! Par quel crime, quelle erreur, ai-je m?t?a faiblesse actuelle?
Vous qui pr?ndez que des b?s poussent des sanglots de chagrin, que des malades d?sp?nt, que des morts r?nt mal, t?ez de raconter ma chute et mon sommeil.
Moi, je ne puis pas plus m'expliquer que le mendiant avec ses continuels Pater et Ave Maria. Je ne sais plus parler!
Pourtant, aujourd'hui, je crois avoir fini la relation de mon enfer.
C'?it bien l'enfer; l'ancien, celui dont le fils de l'homme ouvrit les portes.
Du m? d?rt, ?a m? nuit, toujours mes yeux las se r?illent ?'?ile d'argent, toujours, sans que s'?uvent les Rois de la vie, les trois mages, le cœur, l'?, l'esprit.
Quand irons-nous, par del?es gr?s et les monts, saluer la naissance du travail nouveau, la sagesse nouvelle, la fuite des tyrans et des d?ns, la fin de la superstition, adorer - les premiers! - No?sur la terre!
Le chant des cieux, la marche des peuples! Esclaves, ne maudissons pas la vie.

Matin

¿No tuve una vez una juventud encantadora, hermosa, fabulosa, escribir en hojas de oro, ¡demasiada suerte! ¿Por qué crimen, qué error, he caído en esta debilidad actual?
Ustedes que creen que los besos provocan sollozos de tristeza, que los enfermos desesperan, que los muertos sufren, intenten contar mi caída y mi sueño.
Yo, no puedo explicarme más que el mendigo con sus continuos Padre Nuestro y Ave María. ¡Ya no sé cómo hablar!
Sin embargo, hoy creo haber terminado la narración de mi infierno.
Era realmente el infierno; el antiguo, aquel del cual el hijo del hombre abrió las puertas.
Desde mi muerte, mi noche, siempre mis ojos cansados se despiertan a la luz de plata, siempre, sin que aparezcan los Reyes de la vida, los tres magos, el corazón, el alma, el espíritu.
¿Cuándo iremos más allá de los grilletes y las montañas, a saludar el nacimiento del nuevo trabajo, la nueva sabiduría, la huida de los tiranos y demonios, el fin de la superstición, adorar - ¡los primeros! - a Noé en la tierra!
¡El canto de los cielos, la marcha de los pueblos! Esclavos, no maldecimos la vida.

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