Skogsdotter
En gång jag foro som en modig ungersven
Jag vandrade skog, jag besökte bygd
Då tog jag mitt bröd, stockar då fälldes
I djupaste skog, forslades till brukets eld
Vi togo brännvin vid bäckens ström
Av ruset vi sjungo, skröt om bragd och täljde fläsk
Natten kom i fullmåns sken
Ingen vind, inte rördes en gren
Huldrans Gång
Eldens Sång
Då sutto jag vid elden ensam
Huttrade i slutsommar natt
En skugga blott jag såg nu nalkas
Bland furors kvist, runt björkars spiror
Huldrans Gång
Mot månen en skymt
Eldens Sång
Silver mot blekvit hy
Hennes bryn så mörkt
Med stripigt klängande hår
Ett tredje öga som ormens blott
Hennes anlete förgyllde
Hornkrönt hon smög
Som en skugga av stjärnestoft
Hon mig smekt
Viskande, klösande nu red
Då jag vaknar ur min slumran
Med brännmärkt skinn
Ett minne blott vår vilda lek
Ur ett drömmars kväde
Denna skogens dotter, såg jag aldrig mer
Ack, ingen min förkunnelse tro
Men bland urträds skepnad evig
En gamling han få sin sista ro
Natten kom i fullmåns sken
Ingen vind, inte rördes en gren
Jag slumrade in, mossan mig tog
Hennes mark jag vandrar, sen jag dog
Hija del Bosque
Una vez cabalgué como un valiente joven
Caminé por el bosque, visité la aldea
Tomé mi pan, los troncos fueron derribados
En lo más profundo del bosque, llevados al fuego de la fábrica
Tomamos aguardiente junto al arroyo
Borrachos cantamos, alardeamos y tallamos la carne
La noche llegó bajo la luz de la luna llena
Sin viento, ni una rama se movía
El paso de la Huldra
El canto del fuego
Entonces me senté solo junto al fuego
Tiritando en la noche de finales de verano
Solo vi una sombra acercarse
Entre las ramas de los pinos, alrededor de los brotes de abedules
El paso de la Huldra
Un destello hacia la luna
El canto del fuego
Plata contra la pálida piel
Sus cejas tan oscuras
Con cabello rizado
Un tercer ojo como el de una serpiente
Su rostro dorado
Coronada con cuernos se deslizó
Como una sombra de polvo estelar
Me acarició
Susurrando, arañando ahora cabalgó
Cuando me despierto de mi letargo
Con la piel marcada por el fuego
Solo un recuerdo de nuestro juego salvaje
De un poema de sueños
A esta hija del bosque, nunca más la vi
Ay, nadie creerá mi historia
Pero entre las formas de los árboles eternos
Un anciano encontrará su último descanso
La noche llegó bajo la luz de la luna llena
Sin viento, ni una rama se movía
Me adormecí, el musgo me envolvió
Por su tierra camino, desde que morí