Te Escrevo Campo Num Verso (part. Fernando Saccol e Marcelo Oliveira)
Te escrevo, campo, num verso
Nas folhas brancas das garças
Com teus silêncios brotando
No verde que te disfarça
No canto de um João Barreiro
Que rima com a sanga rasa
Bicando em suas barrancas
Mais barro pra sua casa
Te escrevo, campo, nas noites
Que acendo estrelas em ti
Em luas claras prateando
Caminhos que me perdi
Na linha dos alambrados
Deixei escrito um versito
Com um pelincho se embalando
Topando o vento, solito
Te escrevo, campo, na marca
Dos cascos de um pingo bueno
Que se amansam pra um corte
Pelas manhãs de sereno
No laço, depois da lida
Voltando em braças, de arrasto
Riscando o chão do rodeio
Dobrando as palhas do pasto
Te escrevo, campo, na alma
Com pensamentos de terra
Em tudo que, em ti, começa
Por tudo que, em ti, se encerra
Com palavras de querência
Te quero um tanto e, assim
Eu faço parte do campo
E ele faz parte de mim
Te escrevo, campo dobrado
Com a mansidão dos cavalos
Por madrugadas quebradas
No canto duro dos galos
Te canto em rimas claras
Luzindo noites escuras
E faço rubros poemas
Com tuas pitangas maduras
Te escrevo, campo, num verso
Dou-te o céu por testemunho
No livro das tuas coxilhas
Fiz meus primeiros rascunhos
Por tudo que me ensinaste
Renasço a cada manhã
Qual o Sol que espicha a sombra
Da calma de um tarumã
Te Escribo, Campo en un Verso (part. Fernando Saccol y Marcelo Oliveira)
Te escribo, campo, en un verso
En las hojas blancas de las garzas
Con tus silencios brotando
En el verde que te disfraza
En el canto de un Juan Barreiro
Que rima con la zanja llana
Picoteando en sus barrancas
Más barro para su casa
Te escribo, campo, en las noches
Que enciendo estrellas en ti
En lunas claras plateando
Caminos en los que me perdí
En la línea de los alambrados
Dejé escrito un versito
Con un pelincho meciéndose
Enfrentando el viento, solito
Te escribo, campo, en la huella
De las pezuñas de un buen caballo
Que se amansan para un corte
En las mañanas de rocío
En el lazo, después del trabajo
Regresando a paso lento, arrastrando
Rayando el suelo del rodeo
Doblando las hojas del pasto
Te escribo, campo, en el alma
Con pensamientos de tierra
En todo lo que comienza en ti
Por todo lo que termina en ti
Con palabras de añoranza
Te quiero tanto y, así
Yo soy parte del campo
Y él es parte de mí
Te escribo, campo doblado
Con la mansedumbre de los caballos
Por madrugadas interrumpidas
En el duro canto de los gallos
Te canto en rimas claras
Brillando en noches oscuras
Y hago poemas rojizos
Con tus guayabas maduras
Te escribo, campo, en un verso
Te doy el cielo como testigo
En el libro de tus lomadas
Hice mis primeros borradores
Por todo lo que me enseñaste
Renazco cada mañana
Como el Sol que alarga la sombra
De la calma de un tarumá