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En una vuelta de tropa

João de Almeida Neto

Numa Volta de Tropa

Numa volta de tropa, me vou despacio e satisfeito
Nem sei direito, por que me veio esta lembrança
Ando de poncho emalado, cuidando uma manga d'água
Carregadita de mágoas, com cismas de chuva mansa

Cuido a querência a légua e pico, e me sobe a estrada
De alma pesada, depois de dias, que ando voltando
Deito um arame, porque conheço cada fronteira
Sei que a porteira, fica mais longe, de onde eu ando

Ouço o cincerro, da égua madrinha que de soslaio
Trazendo os baios, chega pra perto do meu gateado
Quem me conhece bem, não troca orelha comigo
Tem um amigo pra quando a dor lhe fizer costado!

Sou deste jeito, e o meu gateado já me conhece
E não se esquece, o que o campo já lhe ensinou
Ando faz tempo na vida, na estrada nem sei quanto
Ando assim procurando, sem saber pra onde vou

Penso comigo, escutando a voz mansa do cincerro
-Sabe parceiro, até parece que o mundo para
Quando o campo bebe a tarde, numa ponta de garoa
E minha alma longe voa, num gateado-malacara

Me vou ao passo, me cai a chuva sobre o chapéu
Desaba o céu, mas o meu poncho, não emponcha nada
Pinga das abas, sobre as quilinas do meu gateado
Sigo molhado, mas volto as casas, de alma lavada!

En una vuelta de tropa

En una vuelta de tropa, me voy despacio y satisfecho
No sé bien por qué vino este recuerdo
Ando con mi poncho empapado, cuidando un manantial
Cargado de penas, con ansias de lluvia suave

Vigilo la querencia a la legua y pico, y subo por el camino
Con el alma pesada, después de días de regreso
Tiendo un alambre, porque conozco cada frontera
Sé que la tranquera está más lejos de donde estoy

Escucho el cencerro de la yegua madrina que de reojo
Trae a los bayos, acercándose a mi gateado
Quien me conoce bien, no cambia miradas conmigo
Tiene un amigo para cuando el dolor le apriete el costado

Soy así, y mi gateado ya me conoce
Y no olvida lo que el campo le ha enseñado
He estado mucho tiempo en la vida, en la carretera no sé cuánto
Ando buscando, sin saber a dónde voy

Pienso para mí, escuchando la voz suave del cencerro
-Compañero, parece que el mundo se detiene
Cuando el campo bebe la tarde, bajo una llovizna ligera
Y mi alma vuela lejos, en un gateado malacara

Sigo a paso lento, la lluvia cae sobre mi sombrero
El cielo se desploma, pero mi poncho no se empapa
Gotea desde las alas, sobre las crines de mi gateado
Sigo mojado, pero regreso a casa con el alma lavada

Escrita por: Gujo Teixeira / MAURO MORAES