Eu Te Concedo a Beleza de Um Verso
Eu te concedo a beleza de um verso.
Colhido no sereno,
no orvalho de uma pedra
perdida. Te abro
as janelas de um mundo novo, com doces
palavras plantadas na terra
na eterna paz dos sambaquis.
Eu te concedo o refrão que as árvores
vivem a cochichar quando um pássaro passa
o ah! que o fim do túnel suspira
com sua luz redentora.
A letra que aproxima o longe
e antecipa o hoje.
Eu te concedo a beleza de um verso, meias brancas
e sapatilhas vermelhas. Te convido
a dançar nas claras calçadas do primeiro dia,
que a gente ainda lembra
de cor e salteado. No caminho te compro
sorrisos e mãos estendidas.
Eu te concedo a delícia de um volta
no carrossel da manhã
que a gente sonha,
o lugar na plateia do circo que já vai embora
mas nos deixará sempre meninos,
de mãos dadas com a saudade.
No trampolim do dia
a infinita hora
de pular, cair e pairar.
Eu te concedo a beleza de um verso.
Riscado no velho
quadro-negro da memória
soprado no mata-borrão dos teus cabelos.
Te Concedo la Belleza de un Verso
Te concedo la belleza de un verso,
Recogido en el sereno,
en el rocío de una piedra
perdida. Te abro
las ventanas de un mundo nuevo, con dulces
palabras sembradas en la tierra
en la eterna paz de los sambaquis.
Te concedo el estribillo que los árboles
susurran cuando pasa un pájaro
el ¡ah! que suspira el final del túnel
con su luz redentora.
La letra que acerca lo lejano
y anticipa el hoy.
Te concedo la belleza de un verso, medias blancas
y zapatillas rojas. Te invito
a bailar en las claras aceras del primer día,
que todavía recordamos
de memoria y a saltitos. En el camino te compro
sonrisas y manos extendidas.
Te concedo la delicia de un giro
en el carrusel de la mañana
que soñamos,
el lugar en la platea del circo que se va
pero que siempre nos dejará niños,
de la mano con la nostalgia.
En el trampolín del día
la hora infinita
de saltar, caer y flotar.
Te concedo la belleza de un verso.
Rayado en el viejo
pizarrón de la memoria
soplado en el borrador de tus cabellos.