Brincar de Esconder
Eu tinha dez anos e ela também
Na risonha infância que o tempo levou
Fomos pequeninas flores que murcharam
Quando a dor do mundo com a gente, brincou
Ela se escondia, eu a procurava
Por entre as folhagens do verde pomar
Eu tinha certeza de não lhe perder
Neste delicioso jogo de esconder
Feliz, eu não via o tempo passar
Um dia esperei e ela não veio
Por lá, muita gente vi, aparecendo
Num branco caixão, puseram seu corpo
Disseram que ela ia se esconder
Procurei por ela e nunca encontrei
Só quando cresci pude adivinhar
Que ela virou estrela no céu
Tão alto que nunca eu pude alcançar
O destino, porque entrou no brinquedo
E fez entre nós o jogo acabar?
Ao longo da vida, de tanto esconder
Nós dois nos perdemos no eterno pomar
A dor das raízes de nossa infância
Matou na menina a flor do viver
Só resta a miragem, de um sonho dourado
Por entre a folhagem, o tempo acabado
Nunca mais eu pude brincar de esconder
Um dia esperei e ela não veio
Por lá, muita gente vi, aparecendo
Num branco caixão, puseram seu corpo
Disseram que ela ia se esconder
Procurei por ela e nunca encontrei
Só quando cresci pude adivinhar
Que ela virou estrela no céu
Tão alto que nunca eu pude alcançar
Jugar a las Escondidas
Yo tenía diez años y ella también
En la infancia alegre que el tiempo nos arrebató
Éramos pequeñas flores que se marchitaron
Cuando el dolor del mundo jugaba con nosotros
Ella se escondió, yo la busqué
Entre el verde follaje del huerto
Estaba segura de que no te perdería
En este encantador juego de las escondidas
Feliz, no vi pasar el tiempo
Un día la esperé y no vino
Allí vi aparecer a mucha gente
En un ataúd blanco colocaron su cuerpo
Dijeron que ella se iba a esconder
La busqué y nunca la encontré
Sólo cuando crecí pude adivinar
Que ella se convirtió en una estrella en el cielo
Tan alto que nunca podría alcanzar
El destino, porque entró en el juguete
¿Y terminó el juego entre nosotros?
A lo largo de la vida, de tanto esconderse
Ambos nos perdimos en el huerto eterno
El dolor de las raíces de nuestra infancia
Mató la flor de la vida en la niña
Sólo queda el espejismo de un sueño dorado
Entre el follaje, el tiempo ha pasado
Nunca más podría jugar al escondite
Un día la esperé y no vino
Allí vi aparecer a mucha gente
En un ataúd blanco colocaron su cuerpo
Dijeron que ella se iba a esconder
La busqué y nunca la encontré
Sólo cuando crecí pude adivinar
Que ella se convirtió en una estrella en el cielo
Tan alto que nunca podría alcanzar