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Balada Para John Kennedy

José Pedro Lima

Balada Para John Kennedy

[Era um novembro ensolarado
Que escureceu de repente
Quando a fada negra da morte
Acenou pro presidente

Talvez um bando de anjos
Levaram pra eternidade
O herói da lancha torpedeira
E a tocha da Liberdade]

O povo se encheu de luto
E a América emudeceu
E dos olhos negros da noite
Uma lágrima escorreu

Foi um pranto universal
Mais triste que esta balada
E nos sete mares da Terra
A água ficou mais salgada

Não te calaram com a morte
E pouco adiantou a traição
Pois teu legado, John Kennedy,
É estrela na escuridão

Em Cuba e na Rússia,
Em Berlim e no Vietnã,
Ficou a legenda e a alma
Incrustradas no amanhã

[Flui das vilas operárias
Até o sertão profundo
A magia do teu nome
Pelos ermos deste mundo

Os tambores em surdina
Saramodeando os funerais
E a certeza, John Kennedy,
Que os homens nascem iguais]

Por isso esta balada
Cheirando a mar e savana
Carrega ventos libertários
Da herança kennedyana

Como diria um caboclo,
Num verso que não é meu,
Comandante John Kennedy
Lute, encanto não morreu

Seu nome era João
Embora tudo termine
Ele tinha um anjo da guarda
Que se chamava Jaqueline

Me perdoe o lugar-comum
Meu irmão de alma nobre
Mas no dia que ele morreu
O mundo ficou mais pobre

[O clarim que ficou em sua tumba
Na chama eterna nutrido
Um dia despertará
O soldado adormecido]

Adeus, John Kennedy, adeus
Em cada novembro de novo
Te acenam as cerejeiras
Te acenam as cerejeiras,
E os lenços brancos do povo

Adeus, John Kennedy, adeus
Em cada novembro de novo
Te acenam as cerejeiras
Te acenam as cerejeiras,
E os lenços brancos do povo

Balada Para John Kennedy

Era un noviembre soleado
Que se oscureció de repente
Cuando el hada negra de la muerte
Saludó al presidente

Tal vez un grupo de ángeles
Lo llevaron a la eternidad
El héroe de la lancha torpedera
Y la antorcha de la Libertad

El pueblo se llenó de luto
Y América se quedó en silencio
Y de los ojos negros de la noche
Una lágrima rodó

Fue un llanto universal
Más triste que esta balada
Y en los siete mares de la Tierra
El agua se volvió más salada

No te silenciaron con la muerte
Y poco importó la traición
Pues tu legado, John Kennedy,
Es una estrella en la oscuridad

En Cuba y en Rusia,
En Berlín y en Vietnam,
Quedó la leyenda y el alma
Incrustadas en el mañana

Fluye desde los barrios obreros
Hasta el profundo sertón
La magia de tu nombre
Por los desiertos de este mundo

Los tambores en susurro
Acompañando los funerales
Y la certeza, John Kennedy,
Que los hombres nacen iguales

Por eso esta balada
Oliendo a mar y sabana
Lleva vientos libertarios
De la herencia kennedyana

Como diría un campesino,
En un verso que no es mío,
Comandante John Kennedy
Lucha, el encanto no ha muerto

Su nombre era Juan
Aunque todo termine
Él tenía un ángel de la guarda
Que se llamaba Jacqueline

Perdónenme la obviedad
Mi hermano de alma noble
Pero el día que él murió
El mundo se empobreció

El clarín que quedó en su tumba
En la llama eterna nutrido
Un día despertará
El soldado dormido

Adiós, John Kennedy, adiós
En cada noviembre de nuevo
Las cerezas te saludan
Las cerezas te saludan,
Y los pañuelos blancos del pueblo

Adiós, John Kennedy, adiós
En cada noviembre de nuevo
Las cerezas te saludan
Las cerezas te saludan,
Y los pañuelos blancos del pueblo

Escrita por: João Sampaio