Com o Progresso
Meus sonhos partiram, ao chegar o progresso,
Mudaram as idéias, meu rumo também,
Sem outra saída, vendi minha terra,
Só pra realizar os sonhos de alguém.
Meu rancho de campo, erguido com o suor,
Das comparsas grandes em mês de novembro,
Foi posto pra o chão, e em seu lugar,
Ergueram um outro, de areia e cimento.
Até o João-barreiro que adornava o pago,
Neste novo mundo, não teve espaço,
Perdeu seu abrigo, no moirão da porteira,
Ao espicharem arames em cercas de aço!
Depois de alguns anos, distante dali,
Lembrar este tempo é um triste consolo,
Vejo minha infância de amora e pitanga
Encerrada em bretes de brita e tijolo!
A estrada do meio, onde estendia as tropas,
E trilhava suas léguas na cadência do basto,
Frente à mão do homem rompeu sua essência,
E seu lombo ‘batido’, pelo tal do asfalto.
Até a placa da frente, que nomeava a estância,
E guiava cruzadores em seus dons peregrinos,
Tornou-se alimento, pra boca de um fogão,
E também foi trocada por alguns algarismos.
Hoje vivo no povo, somado a outros tantos,
Que levam a vida, remoendo os prantos,
Porém como poucos, vou mantendo a estirpe,
Com as pilchas já gastas e alma de campo!
Con el Progreso
Mis sueños se fueron, al llegar el progreso,
Cambiaron las ideas, mi rumbo también,
Sin otra salida, vendí mi tierra,
Solo para realizar los sueños de alguien.
Mi rancho de campo, levantado con el sudor,
De los grandes compañeros en el mes de noviembre,
Fue derribado, y en su lugar,
Construyeron otro, de arena y cemento.
Incluso el Juan-barreiro que adornaba el pago,
En este nuevo mundo, no tuvo espacio,
Perdió su refugio, en el poste de la tranquera,
Al estirar alambres en cercas de acero!
Después de algunos años, lejos de allí,
Recordar este tiempo es un triste consuelo,
Veo mi infancia de moras y pitangas
Encerrada en corrales de piedra y ladrillo!
El camino del medio, donde se extendían las tropas,
Y recorría sus leguas al ritmo del basto,
Frente a la mano del hombre perdió su esencia,
Y su lomo 'golpeado', por el dichoso asfalto.
Incluso el cartel de la entrada, que nombraba la estancia,
Y guiaba a los viajeros en sus dones peregrinos,
Se convirtió en alimento, para la boca de un fogón,
Y también fue cambiado por algunos números.
Hoy vivo en el pueblo, junto a otros tantos,
Que llevan la vida, rumiando los llantos,
Pero como pocos, sigo manteniendo la estirpe,
Con las pilchas ya gastadas y alma de campo!
Escrita por: Cristiano Guedes / Dalvan Medina / Diego Camargo / Mateus Costa Pancho