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En algún momento

Konstantin Wecker

Irgendwann

Irgendwann mal muß es sein,
und dann pfeif ich auf daheim,
laß alles liegen, wie es ist,
Segel werden dann gehißt.

Und dann einfach übers Meer
und den Vögeln hinterher.
Ein paar Kilo Kokain,
und der schnöden Welt entfliehn.

Feiste Leiber im Visier,
Philosoph und geiles Tier,
Mönch und Krieger - nachts am Strand
mal ich Verse in den Sand.

In den letzten Paradiesen
einmal noch vor Glück zerfließen.
Schnell, bevor der Traum verfliegt,
denn die Dummheit hat gesiegt.

Keine Schecks und keine Banken,
kostenlos durchs Leben schwanken,
nur noch mit den Fischen sprechen,
weil sie mich nicht unterbrechen.

Täglich kranken und genesen,
sich besaufen an der Pracht.
Große bunte Zauberwesen
wachen über meiner Nacht.

Stündlich Sonnenuntergang,
und entfernt ein Saxophon.
Unvergleichlich süßer Klang -
Marianos Zauberton.

Aber irgend etwas zwingt mich
heimzukommen, hierzubleiben,
mich an diesem spröden Land
liebend, hassend aufzureiben.

Mag die Sonne noch so lachen,
hier liegt ach so vieles brach.
Hab noch einiges zu machen -
später, sicher, komm ich nach.

Und dann einfach übers Meer
und den Vögeln hinterher.
Ein paar Kilo Kokain,
und der schnöden Welt entfliehn.

En algún momento

En algún momento debe ser,
y entonces me olvidaré de casa,
dejaré todo como está,
las velas serán izadas.

Y simplemente sobre el mar,
y siguiendo a los pájaros.
Un par de kilos de cocaína,
y escapar del mundo mundano.

Cuerpos gordos en la mira,
filósofo y animal caliente,
monje y guerrero - en la playa por la noche
pinto versos en la arena.

En los últimos paraísos
derretirse una vez más de felicidad.
Rápido, antes de que el sueño se desvanezca,
pues la estupidez ha triunfado.

Sin cheques y sin bancos,
flotar gratuitamente por la vida,
solo hablar con los peces,
porque no me interrumpen.

Enfermar y recuperarse a diario,
emborracharse con la grandeza.
Grandes seres mágicos y coloridos
velan sobre mi noche.

Cada hora, puesta de sol,
y a lo lejos un saxofón.
Un sonido dulce incomparable -
el tono mágico de Mariano.

Pero algo me obliga
a regresar, a quedarme aquí,
a desgastarme amando y odiando
esta tierra áspera.

Aunque el sol pueda reírse tanto,
mucho yace aquí en ruinas.
Tengo mucho por hacer aún -
más tarde, seguro, vendré.

Y simplemente sobre el mar,
y siguiendo a los pájaros.
Un par de kilos de cocaína,
y escapar del mundo mundano.

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