395px

Por un Nada

Nina Zilli

Per Un Niente

Quante volte abbiamo litigato
Per un niente
Poi come niente fosse detto

Quante volte ci siamo salvati
Per un niente
Poi come niente abbiamo perso

Quante promesse hai detto senza verità
È ironico che adesso
Ancora ti direi

Sognavo un mondo insieme a te
Crollava il mondo senza te
Fuggivo inerte dagli sguardi
Oro che brilla su di me
Ora che brucia senza te
Sei ogni mio domani, domani

Come le ciliegie
Son finite
Dopo un niente
Non te lo ricordi adesso?
Le buone intenzioni
Che hai tradito
Come sempre
Dopo un pentimento a effetto
Ti odio e ti direi

Batteva il cuore insieme a te
Sanguina e muore senza te
Non basta immaginarti adesso
Oro che brilla su di me
È chiaro sia impossibile
Sei ogni mio domani

Lasciare tutto come se
Quello che ci resta
Fosse un paio di ali

Tu fai la differenza
Se dietro questa porta
C'è scritto il mio domani
Domani

Concedi almeno l'illusione che
Rimani
Amavo il tempo insieme a te
Amaro il gusto senza te
Ci credevamo
Eterni

Por un Nada

¿Cuántas veces hemos tenido una pelea?
Por nada
Entonces como no se dijo nada

¿Cuántas veces nos hemos salvado?
Por nada
Entonces como nada que perdimos

¿Cuántas promesas has dicho sin verdad?
Es irónico que ahora
Una vez más, te lo diría

Soñé con un mundo contigo
El mundo se derrumbó sin ti
Yo huyendo inerte de las miradas
Oro brillando sobre mí
Ahora que arde sin ti
Eres todo mío mañana, mañana

Como cerezas
Se han acabado
Después de nada
¿No te acuerdas ahora?
Buenas intenciones
Que traicionaste
Como siempre
Después de un arrepentimiento a efecto
Te odio y te diría

Ella estaba latiendo su corazón contigo
Sangrado y morir sin ti
No es suficiente imaginarse a sí mismo ahora
Oro brillando sobre mí
Está claro que es imposible
Eres cada uno de mis mañana

Deja todo como si
Lo que nos queda
Si fuera un par de alas

Haces una diferencia
Si detrás de esta puerta
Dice mi mañana
Mañana. - ¿Qué

Conceder al menos la ilusión de que
Quédate
Me encantó el tiempo contigo
Sabor amargo sin ti
Lo creímos
Eterno

Escrita por: Emilio Munda / Piero Romitelli