A Metamorfose Ou Os Insetos Interiores Ou o Processo

Notas de um observador:

Existem milhões de insetos almáticos.
Alguns rastejam, outros poucos correm.
A maioria prefere não se mexer.
Grandes e pequenos.
Redondos e triangulares,
de qualquer forma são todos quadrados.
Ovários, oriundos de variadas raízes radicais.
Ramificações da célula rainha.
Desprovidos de asas,
não voam nem nadam.
Possuem vida, mas não sabem.
Duvidam do corpo,
queimam seus filmes e suas floras.
Para eles, tudo é capaz de ser impossível.
Alimentam-se de nós, nossa paz e ciência.
Regurgitam assuntos e sintomas.
Avoam e bebericam sobre as fezes.
Descansam sobre a carniça,
repousam-se no lodo,
lactobacilos vomitados sonhando espermatozóides que não são.
Assim são os insetos interiores.

A futilidade encarrega-se de maestra-los.
São inóspitos, nocivos, poluentes.
Abusam da própria miséria intelectual,
das mazelas vizinhas, do câncer e da raiva alheia.
O veneno se refugia no espelho do armário.
Antes do sono, o beijo de boa noite.
Antes da insônia, a benção.

Arriscam a partilha do tecido que nunca se dissipa.
A família.
São soníferos, chagas sem curas.
Não reproduzem, são inférteis, infiéis, in(f)vertebrados.
Arrancam as cabeças de suas fêmeas,
Cortam os troncos,
Urinam nos rios e nas somas dos desagravos, greves e desapegos.
Esquecem-se de si.
Pontuam-se

A cria que se crie, a dona que se dane.
Os insetos interiores proliferam-se assim:
Na morte e na merda.

Seus sintomas?
Um calor gélido e ansiado na boca do estômago.
Uma sensação de: o que é mesmo que se passa?
Um certo estado de humilhação conformada o que parece bem vindo e quisto.
É mais fácil aturar a tristeza generalizada
Que romper com as correntes de preguiça e mal dizer.
Silenciam-se no holocausto da subserviência
O organismo não se anima mais.
E assim, animais ou menos assim,
Descompromissados com o próprio rumo.
Desprovidos de caráter e coragem,
Desatentos ao próprio tesouro...caem.
Desacordam todos os dias,
não mensuram suas perdas e imposturas.
Não almejam, não alma, já não mais amor.
Assim são os insetos interiores.

La Metamorfosis O Los Insectos Interiores O El Proceso

Notas de un observador

Hay millones de insectos almáticos
Algunos se arrastran, otros corren
La mayoría de la gente prefiere no moverse
Grande y pequeño
Redondo y triangular
de todos modos son todos cuadrados
Ovariarios, que provienen de varias raíces radicales
Ramas de la celda reina
Dedicado de alas
no vuelan ni nadan
Tienen vida, pero no la saben
Dudar del cuerpo
Quema tus películas y tus flores
Para ellos, todo es capaz de ser imposible
Se alimentan de nosotros, nuestra paz y ciencia
Regurgitar sujetos y síntomas
Vuelan y beben en el taburete
Descansan en el carro
descansar en el barro
Vómitos lactobacilos soñando con espermatozoides que no lo son
También lo son los insectos dentro

La futilidad está a cargo de la maestría
Son inhóspitos, dañinos, contaminantes
Abusan su miseria intelectual
de la maldad vecina, el cáncer y la ira de otras personas
El veneno se refugia en el espejo del armario
Antes de dormir, el beso de buenas noches
Antes del insomnio, la bendición

Se arriesgan a compartir tejido que nunca se disipa
La familia
Son pastillas para dormir, heridas sin curar
No se reproducen, son infértiles, infiel, en (f) vertebrados
Les arrancan la cabeza a sus mujeres
Cortaron los troncos
Orinan en los ríos y en las sumas de desalentamientos, huelgas y desprendimientos
Se olvidan de ti
Anotarse entre sí

Deje que el cachorro se crie, atornille al propietario
Insectos internos proliferan así
En la muerte y en la basura

¿Tus síntomas?
Un calor frío y anhelante en la boca del estómago
Una sensación de: ¿qué está pasando realmente?
Un cierto estado de humillación conformado a lo que parece bienvenido y quiste
Es más fácil soportar la tristeza generalizada
Que romper con las cadenas de la pereza y el mal dicen
Están en silencio en el holocausto de la sumisión
El organismo ya no se excita
Y así, animales o menos como
Sin compromiso con su propio rumbo
Privados de carácter y valimiento
Inatentos a su propio tesoro... caen
Salen todos los días
no miden sus pérdidas e imposturas
No anheles, no alma, no más amor
También lo son los insectos dentro

Composição: Fernando Anitelli