395px

Gaiteando a Vida

Os Monarcas

Gaiteando a Vida

Quando tenho que ir no trole, só no molejo do fole,
Atraco de cara num gole da branca do bolicheiro
Pra segurar na pianada e vara a madrugada
Tem que ser de cola atada neste jeitão missioneiro.
Já toquei mais de três dias sem folgar na baixaria
Com alça veia em tira, mas provei, tirei de letra
Pois quando abraço esta gaita se arrepia as sirigaitas
E o mundo vê quem é o taita neste cancheio porreta.

Sou gaiteiro de entrevero acostumado a candieiro
E faço rasgar o baixeiro numa bailanta cuiúda -
Se eu lasco meu chacoalhado não fica ninguém sentado,
Pois até surdo embotado escuta nota graúda.

Me acostumei no floreio pra fermentar o sarandeio
E formigar em rodeio numa bailanta baguala
Para mim é coisa comum requentar um varifum
E enquanto tiver zum-zum não pára a gaita na sala.
Assim tempero esta lida gaiteando minh p´rpria vida
Porque esta gente querida precisa sacolejar
Enquanto eu tiver saúde e agüentar o dedo nogrude
De um choro faço um açude nos xixos que eu tocar.

Gaiteando a Vida

Cuando tengo que ir en el tranvía, solo con el ritmo del acordeón,
Me lanzo de frente a un trago de la bebida del conductor
Para agarrar el manubrio y recorrer la madrugada
Tiene que ser de cola atada en este estilo misionero.
Ya he tocado más de tres días sin descanso en la taberna
Con la correa vieja en tira, pero probé, saqué de letra
Porque cuando abrazo este acordeón se erizan las plumas
Y el mundo ve quién es el jefe en este baile genial.

Soy acordeonista de pelea acostumbrado a la luz
Y hago rasgar el bajo en un baile animado -
Si lanzo mi sacudida no queda nadie sentado,
Pues hasta el sordo embotado escucha una nota fuerte.

Me acostumbré al adorno para animar el baile
Y hormiguear en rodeo en un baile rústico
Para mí es algo común calentar un varifum
Y mientras haya bullicio no se detiene el acordeón en la sala.
Así condimento esta vida tocando mi propia vida
Porque esta gente querida necesita moverse
Mientras tenga salud y aguante el dedo pegajoso
De un llanto hago un arroyo en los rincones que toque.

Escrita por: Gildinho / João Alberto Pretto