Brudbuketten
Jag satt p tget sderut, i eftermiddagssol,
fll jag i smn eller var jag kanske vaken nr jag reste mej frn min stol
Jag klev av vid en de tgperrong i en frmmande stad,
sanden ven ver gatorna, hr fanns bara jag
Solen svedde pannan min, jag sg ett skjul nere vid n,
ett fnster gapade ppet dr, jag hrde rster inifrn
S ppnades drren, en karl steg ut, var han en prst eller predikant,
hans ansikte var formlst, hans ena ga blankt
Jag frgade var jag var, han sa, du r dd sen mnga r
Du har ditt namn p ett kors i en stor svart skog, dit ingen lngre gr
Han sa, jag har fljt dej lnge nu, jag har vntat dej vnnen min,
jag hann inte tnka ngonting innan han hastigt drog mej in
Drinne stod ett flickebarn, med brudbukett i hand,
vita liljor och ringblommor i ett sotsvart sidenband
Hon hll sin andra hand ver brstet, hrt knuten som en sten
Som ville hon slita hjrtat ur kroppen, som om allting redan var fr sent
Jag sa, du mste ge dej av, hon sg p mej och sa,
har du glmt mej, vet du inte att, jag, jag r ditt barn
Mannen sa, hr p, livet frsiggr, det r bara att flyta med
Fr du kan aldrig vlja ditt de, nej, det r bara s det r
Jag svarade, kanske r det jag som r galen, men mitt hjrta knner rtt frn fel,
och det r upp till mej att vlja, det r inte enbart slumpens spel
Han skrattade och sa, det r en sanning som r svr att sklja ner,
och dom flesta kan aldrig svlja den, s vem behver ditt hjrta numer
Behll du din naiva tro p mnniskan men,
innan du gr vill jag du ska veta att vi mts rtt snart igen
Jag ppnade mina gon, och tget stod d still
Och med ens blev jag rdd fr sjlva vetskapen,
om att jag lever och finns till
El ramo de novia
Estaba sentado en el tren hacia el sur, bajo el sol de la tarde,
¿me quedé dormido o tal vez estaba despierto cuando me levanté de mi silla?
Bajé en una de las plataformas de la estación en una ciudad desconocida,
la arena incluso sobre las calles, aquí solo estaba yo.
El sol quemaba mi frente, vi un cobertizo abajo en el valle,
una ventana abierta allí, escuché voces desde adentro.
La puerta se abrió, un hombre salió, ¿era un sacerdote o predicador?,
su rostro sin forma, un ojo en blanco.
Pregunté dónde estaba, él dijo, llevas muerto muchos años,
tu nombre está en una cruz en un gran bosque negro, donde ya nadie va.
Dijo, te he estado siguiendo por mucho tiempo, he estado esperándote amigo mío,
no tuve tiempo de pensar nada antes de que me arrastrara rápidamente adentro.
Adentro estaba una niña con un ramo de novia en la mano,
lirios blancos y caléndulas en una dulce cinta de seda negra.
Tenía su otra mano sobre el pecho, apretada como una piedra,
como si quisiera arrancar el corazón de su cuerpo, como si todo ya estuviera perdido.
Le dije, debes irte, me miró y dijo,
¿me has olvidado, no sabes que yo, yo soy tu hija?
El hombre dijo, escucha, la vida es escurridiza, solo fluye con ella,
pues nunca puedes elegir tu destino, no, así es como es.
Respondí, tal vez sea yo quien esté loco, pero mi corazón distingue entre lo correcto y lo incorrecto,
y depende de mí elegir, no es solo un juego de azar.
Se rió y dijo, es una verdad difícil de digerir,
y la mayoría nunca puede aceptarla, entonces ¿quién necesita tu corazón ahora?
Mantén tu ingenua fe en la humanidad, pero,
antes de irte, quiero que sepas que nos encontraremos muy pronto de nuevo.
Abrí mis ojos, y el tren seguía quieto,
y de repente me asusté por el simple hecho,
de que estoy vivo y existo.