Leyenda de un jinete que galopa sin cesar,
cumpliendo la condena de cruzar la eternidad,
por traicionar en vida lo que fue su gran amor,
sembrando llantos y dolor, en otro corazón.
Yipiaié, (yipiaié), yipiaió, (yipiaió).
Jinetes por el cielo van y no se detendrán.

Detrás de aquel jinete van diablos en tropel,
que gritan y castigan sin descanso a su corcel,
son tantos los amores que en su vida traicionó,
que nunca encontrará perdón, en otro corazón.
Yipiaié, (yipiaié), yipiaió, (yipiaió).
Jinetes por el cielo van y no se detendrán.

Pusieron rosas rojas en memoria de su amor,
el cielo se ha encendido con un bello resplandor
y ya la enamorada lo ha sabido perdonar,
borró su culpa la oración, por fin descansará.
Yipiaié, (yipiaié), yipiaió, (yipiaió).
Jinetes por el cielo van y no se detendrán.

Leyenda de un jinete que galopa sin cesar,
cumpliendo la condena de cruzar la eternidad,
por traicionar en vida lo que fue su gran amor,
sembrando llantos y dolor, en otro corazón.
Yipiaié, (yipiaié), yipiaió, (yipiaió).
Jinetes por el cielo van y no se detendrán.

Yipiaié, (yipiaié), yipiaió, (yipiaió).
Jinetes por el cielo van y no se detendrán.

Composição: Stan Jones 1948