On The Run
Today, I awoke from a dream
It was a revelation
Almost Patmosian, whatever that means
But that's evidently another story
It began with some standard bullshit fight with evil
In this case, an apparently all-powerful hooded and cloaked figure
We fled
Yes, we
I was not alone
But there’s no escape
You're on the tee, but there's nowhere to tee the ball up
You’re trying to pack, but the chaos is too great
You can't remember where you parked the car
The birds come over, but the gun falls apart
The train is late, or it doesn't stop
Your hands are too big, the world is too small
You don't mean to plunge the knife under the waiter's ribs
But somehow you do
You push on the footbrake as hard as you can
But the car keeps rolling slowly forwards onto the track
Or backwards over the cliff
Well, it wasn't one of those
It was the final showdown
The final confrontation between good and evil
He caught up the wraith
He was strong, too strong to defeat in hand-to-hand
We tried everything
It all boiled down and expanded out and up
Into a sort of Pilot Wings videogame over a circus site
Guy Laliberté, gone mad
Canvas and people and towering smoke arches
And juggling capsules and catching knives
And teamwork and comrades
And it was complicated and exhausting
But we won the day
We stood, exhausted but triumphant
Smiling at one another
Clasping forearms and hugging
Like bad Shakespearean actors
But then we looked up and around
They were gathering anew above us
Darkening the sky
Hordes and hordes
Too many to count
Poised to attack
Overwhelming odds
Against we happy few
We band of brothers
We were prepared to die
Almost relieved to have given our all
When just out of sight, to my right
Just beyond the periphery of my vision
Like a raging bonfire in a high wind, someone spoke
A voice, like Atticus Finch
Begone!
The fire forward oblique voice ordained
It brooked no rebuttal
The hordes dissolved
And all around the circus tents
Open saloon cars full of bad guys
Milled around to make their escape
Skidding in the mud
But there was nowhere to run
It was over
En la Huida
Hoy, desperté de un sueño
Fue una revelación
Casi patmosiana, lo que sea que eso signifique
Pero evidentemente es otra historia
Comenzó con una pelea estándar de tonterías con el mal
En este caso, una figura encapuchada y cubierta, aparentemente todopoderosa
Huimos
Sí, nosotros
No estaba solo
Pero no hay escape
Estás en el tee, pero no hay dónde colocar la bola
Estás tratando de empacar, pero el caos es demasiado grande
No puedes recordar dónde estacionaste el auto
Los pájaros se acercan, pero la pistola se desarma
El tren llega tarde, o no se detiene
Tus manos son demasiado grandes, el mundo es demasiado pequeño
No pretendes clavar el cuchillo bajo las costillas del mesero
Pero de alguna manera lo haces
Aprecias el freno a fondo
Pero el auto sigue avanzando lentamente sobre las vías
O retrocede por el acantilado
Bueno, no fue uno de esos
Fue el enfrentamiento final
La confrontación final entre el bien y el mal
Él alcanzó al espectro
Era fuerte, demasiado fuerte para vencerlo en un combate cuerpo a cuerpo
Intentamos de todo
Todo se redujo y se expandió hacia afuera y hacia arriba
En una especie de videojuego de Pilot Wings sobre un circo
Guy Laliberté, enloquecido
Lona y personas y arcos de humo imponentes
Y cápsulas malabaristas y cuchillos atrapados
Y trabajo en equipo y camaradas
Y fue complicado y agotador
Pero ganamos el día
Estuvimos de pie, exhaustos pero triunfantes
Sonriéndonos el uno al otro
Apretándonos los antebrazos y abrazándonos
Como malos actores de Shakespeare
Pero luego miramos hacia arriba y alrededor
Se estaban reuniendo de nuevo sobre nosotros
Oscureciendo el cielo
Hordas y hordas
Demasiados para contar
Listos para atacar
Probabilidades abrumadoras
Contra nosotros, los felices pocos
Nosotros, la banda de hermanos
Estábamos preparados para morir
Casi aliviados de haberlo dado todo
Cuando justo fuera de la vista, a mi derecha
Justo más allá de la periferia de mi visión
Como una fogata furiosa en un viento fuerte, alguien habló
Una voz, como la de Atticus Finch
¡Váyanse!
La voz oblicua del fuego adelante ordenó
No admitió réplica
Las hordas se disolvieron
Y alrededor de las carpas del circo
Autos de salón abiertos llenos de villanos
Se movían para hacer su escape
Patinando en el barro
Pero no había a dónde correr
Se había acabado