Citadela - The Citadel
Hundreds of Tigers of steel, barrels aiming forward, stay on the battlefield
In that time, command broke the ice. Who plays with fire, is burned to ashes.
Sweated, pinched dirty faces, lashed by years of destiny.
Looking at the land, dreaming about way home.
Mercenary of regime, of cruel master, he released swarm of bees, mighty hornets
Fated struggle against red beast, arc of Kursk, hell of steel.
Hundreds of Tigers of steel, barrels aiming forward, stay on the battlefield
In that time, command broke the ice. Who plays with fire, is burned to ashes.
Picture of his wife in one hand, in the second Iron cross held so tight
Imprisoned in metal, leads devoted, brave men.
In the heat of fire and shrapnels, no shame, death is near
Where has the conscience gone? When the soul stopped bleeding?
Command must be carried out, there's no time to think, kill or die
Rapidly beating hearts, lung filled with dust, restless look for new target
In the attack formation, flood of gray steel rolls
Sing of elite division on the uniforms, death's heads and folded bones
Furious look, red plance, red target, fingers on the triggers
Seconds seem to be hours, now is becoming history
No one expresses his fear, everyone lost in himself
Without goal or way back, driven by survival instinct.
Confused commands, ear splitting noise, ground torn by steel
In the chaos of battle, in clouds of smoke, pride without faith
Black eagle slain by red beats, sickle and hammer beating black cross
Why was the Pandora's box opened? Where is the border of tyranny and despair?
Hundreds of Tigers of steel, barrels aiming forward, stay on the battlefield
In that time, command broke the ice. Who plays with fire, is burned to ashes.
Citadela - La Ciudadela
Cientos de Tigres de acero, cañones apuntando hacia adelante, permanecen en el campo de batalla
En ese momento, el comando rompió el hielo. Quien juega con fuego, queda reducido a cenizas.
Rostros sudorosos, sucios y apretados, azotados por años de destino.
Mirando la tierra, soñando con el camino a casa.
Mercenario del régimen, de un cruel amo, liberó enjambres de abejas, poderosos avispas.
Lucha destinada contra la bestia roja, arco de Kursk, infierno de acero.
Cientos de Tigres de acero, cañones apuntando hacia adelante, permanecen en el campo de batalla.
En ese momento, el comando rompió el hielo. Quien juega con fuego, queda reducido a cenizas.
Imagen de su esposa en una mano, en la otra sostiene la Cruz de Hierro tan fuerte.
Atrapado en metal, lidera a hombres devotos y valientes.
En el calor del fuego y las esquirlas, sin vergüenza, la muerte está cerca.
¿Dónde ha ido la conciencia? ¿Cuándo el alma dejó de sangrar?
El comando debe ser ejecutado, no hay tiempo para pensar, matar o morir.
Corazones latiendo rápidamente, pulmones llenos de polvo, mirada inquieta en busca de un nuevo objetivo.
En formación de ataque, la inundación de acero gris avanza.
Canto de la división de élite en los uniformes, calaveras de la muerte y huesos cruzados.
Mirada furiosa, plano rojo, objetivo rojo, dedos en los gatillos.
Los segundos parecen horas, ahora se está convirtiendo en historia.
Nadie expresa su miedo, todos perdidos en sí mismos.
Sin meta ni camino de regreso, impulsados por el instinto de supervivencia.
Órdenes confusas, ruido ensordecedor, suelo desgarrado por el acero.
En el caos de la batalla, en nubes de humo, orgullo sin fe.
Águila negra abatida por bestias rojas, hoz y martillo golpeando la cruz negra.
¿Por qué se abrió la caja de Pandora? ¿Dónde está la frontera entre la tiranía y la desesperación?
Cientos de Tigres de acero, cañones apuntando hacia adelante, permanecen en el campo de batalla.
En ese momento, el comando rompió el hielo. Quien juega con fuego, queda reducido a cenizas.