Consecration of the Heathen Messiah
Fallen
beyond the stillness of the phantom cathedrals of black marble and stone
stood below everlasting grey skies, unchanged by the passing of each eon
past the pillared archways that sheath acidic rains from the towering obelisks
From within the blood-cemented avenue of bone, where looms a throned sphinx
there shone an eye of blistering lament, an effigy of sorrow increased tenfold
through tears shed beneath lowered veils unseen, tainted with amber and gold
dewed cysts of desolation, of a sage whose emprie is extinct, consigned to hereave
at the foot of the heretic prophet, kneeling before the blasphemer
who condemned the fools righteous for his own evil decree
Desecrate. Humiliate. Subjugate
your God of yesterday is dead
From the ashes shall rise an irreverent new Lord
Requiscat. Requiem. Amen
Empty
reaching into the spectral void, he weeps -
the illusory fables of traditional faith torn,
so bleak a chapter carved into humanity's smouldered remains,
for his followers were deceived and so it shall come to pass,
sayeth the law lain down by the dark apostates of old a creed ordained within
the lightless passages of the wayward harbinger's abode
while an elegy is sung in praise of the silent conqueror who denounced
the Falsely pious lord devoid of colour, or form, of substance and name,
the prophet leads forth his bestial hordes as sacrilege bleeds through paradise,
and the gateway crumbles to meet with death's tryst the saviour of mankind
is no more: crushed by the tyranny of the profane as he calls forth
the godless earth to descend into his own hellish abyss
Desecrate. Humiliate. Subjugate
your God of yesterday is dead
From the ashes shall rise an irreverent new Lord
Requiscat. Requiem. Amen
Demoniacal corruption of the subliminal crevices
assimilate the graven flames of hateful bliss
liaison between the heavens unravel and collide
to laws of primal craving and wrath you abide
solace denied in the burning
of thy spirit's wake
isolation. Flesh remains
of your false god forsake
denounce the holy myths
of yore, become a pariah
a banshee's dirge
for the reborn
heathen messiah
Requiscat. Requiem. Amen
Consagración del Mesías Pagano
Caído
más allá de la quietud de las catedrales fantasmales de mármol negro y piedra
parado bajo cielos grises eternos, inmutables ante el paso de cada era
más allá de los arcos columnados que envuelven lluvias ácidas de los obeliscos imponentes
Desde el avenida de hueso cementado en sangre, donde se alza un esfinge en trono
brillaba un ojo de lamento abrasador, una efigie de dolor aumentado diez veces
a través de lágrimas derramadas bajo velos bajados invisibles, manchadas de ámbar y oro
quistes de desolación, de un sabio cuyo imperio está extinto, consagrado al duelo
a los pies del profeta hereje, arrodillado ante el blasfemo
quien condenó a los justos necios por su propio decreto malvado
Profanar. Humillar. Sujetar
tu Dios de ayer está muerto
De las cenizas surgirá un nuevo Señor irreverente
Requiescat. Réquiem. Amén
Vacío
alcanzando en el vacío espectral, él llora -
los cuentos ilusorios de fe tradicional destrozados,
tan sombrío un capítulo tallado en los restos humeantes de la humanidad,
pues sus seguidores fueron engañados y así será,
dice la ley establecida por los apóstatas oscuros de antaño, un credo ordenado dentro
de los pasajes sin luz de la morada del mensajero desviado
mientras se entona una elegía en alabanza al conquistador silente que denunció
al Señor Falsamente piadoso desprovisto de color, o forma, de sustancia y nombre,
el profeta lidera sus hordas bestiales mientras la blasfemia sangra en el paraíso,
y la puerta se desmorona para encontrarse con el triste destino de la muerte, el salvador de la humanidad
ya no existe: aplastado por la tiranía de lo profano mientras convoca
a la tierra impía a descender a su propio abismo infernal
Profanar. Humillar. Sujetar
tu Dios de ayer está muerto
De las cenizas surgirá un nuevo Señor irreverente
Requiescat. Réquiem. Amén
Corrupción demoníaca de las grietas subliminales
asimila las llamas grabadas de un éxtasis odioso
enlace entre los cielos se deshace y colisiona
a las leyes de anhelos primordiales y la ira te sometes
consuelo negado en la quema
de la vigilia de tu espíritu
aislamiento. Queda la carne
de tu falso dios abandonado
denuncia los mitos sagrados
de antaño, conviértete en un paria
un lamento de banshee
por el renacido
mesías pagano
Requiescat. Réquiem. Amén